El portero Rubén Blanco mantiene sus planes de regresar al Celta en julio e incorporarse al conjunto vigués, que es lo que tenía pensado desde un principio al terminar la cesión en el Olympique de Marsella.
El futbolista y su entorno valoran de forma positiva la estancia en el equipo francés y entienden que estuvo a buen nivel, pero, hasta el momento, no conocen ninguna propuesta en firme del club francés para hacerse con sus servicios para la próxima campaña.
Por lo tanto, la situación de Rubén Blanco no cambió en los últimos días y en los próximos sí hablará con el Celta cuando pasen las urgencias en el club olívico, que se encuentra en un momento de mucho trabajo debido a la búsqueda del nuevo entrenador y a los cambios en la dirección de la entidad.
El mosense, que firmó un contrato de larga duración hasta 2027 antes de partir hacia Marsella como cedido, mantiene la calma que le da una vinculación larga y también sentirse cómodo en la entidad viguesa, que es el club de casi toda su trayectoria.
Son muchas las tareas que afronta la entidad viguesa antes de centrase en la portería debido a que tiene con contrato en vigor a Agustín Marchesín, que se recupera de una rotura del tendón Aquiles, y al cangués Iván Villar, que realizó un gran final de temporada. Tuvo que asumir la responsabilidad de ser el cancerbero titular y cumplió en momentos de especial dificultad.
En todo caso, el mercado se encuentra en las primeras semanas en las que está más centrado en los futbolistas que terminan contrato y, en el caso del club vigués, todavía sin cerrar el capítulo del banquillo. A partir de ahí, llegarán los movimientos que tendrán un número elevado con, como mínimo, media docena de incorporaciones. Son días de muchos contactos y, también, de reestructuración dentro del propio club. Trabajo interno antes de mostrarlo externamente.
