Daniel Bóveda: “Siguen llegando refugiados ucranianos, atendimos a unos 150 entre Vigo y A Coruña”

Daniel Bóveda en el set de Atlántico TV.
photo_camera Daniel Bóveda en el set de Atlántico TV.

Daniel Bóveda es el responsable de la ONG Accem en Galicia, una organización que tiene una sede nueva en Vigo

Los refugiados ucranianos, la crisis humanitaria en Gaza o la situación de los migrantes subsaharianos ocupan la agenda de Accem, una organización que trabaja para mejorar las condiciones de vida de personas en riesgo de exclusión social. Accem tiene una sede nueva en Vigo con un equipo capitaneado por Daniel Bóveda Castro, responsable de la ONG en Galicia. 

 

 

La sede de Vigo empezó a funcionar hace seis años. ¿Se quedaba pequeña? 

Sí, crecimos en Vigo adaptándonos a la nuevas circunstancias mundiales en los últimos años con la crisis de Siria y de Afganistán primero y la más reciente, la de Ucrania. Desgraciadamente el mundo está muy convulso y tenemos en agenda la situación en Gaza y en la frontera sur. Tuvimos que cambiarnos de local porque, a medida que fueron aumentando las necesidades de atención, tuvimos que reforzar el equipo que tenemos, que es multidisciplinar.

¿A cuántas personas atienden de media en la ciudad?

A unas cinco personas por puerta y tenemos más de 100 plazas de acogida integral, más otras 25 que tenemos en primera acogida (de emergencia).

¿Logran acceder al mercado laboral?

Sí cuando hay seguridad jurídica y el ejemplo está en Ucrania. Se aplicó la directiva europea y a las 24 horas tenían un permiso de trabajo. Hay oportunidades laborales porque se necesita mano de obra. 

¿Cuáles son las mayores dificultades que se encuentran con estas personas?

El mayor problema es cuando están en una situación irregular y no cuentan con seguridad jurídica o su petición de asilo se dilata en el tiempo. A partir de ahí es cuando podemos empezar a trabajar con la reinserción en la sociedad y en el mercado laboral o la formación. La otra dificultad, cuando la persona no es de origen latino, es la barrera idiomática.

Hace 20 meses del conflicto bélico en Ucrania. ¿Siguen llegando a Vigo refugiados de ese país?

La situación se estabilizó, siguen llegando de manera puntual y muchos vienen procedentes de un tercer país buscando una oportunidad en España. Algunos retornaron. 

¿A cuántos ucranianos atendieron?

Unos 150 entre Vigo y Coruña.

¿Cómo ve la crisis humanitaria de Gaza?

Llevamos décadas recibiendo refugiados palestinos, es un conflicto que perdura en el tiempo y nos apena y nos preocupa esta escalada de violencia. No es tolerable que se esté bombardeando a la población civil y a los hospitales. Lo condenamos rotundamente.

Otra conflicto, el de los migrantes subsaharianos en Canarias. ¿Qué papel juega vuestra organización?

Tenemos un programa de ayuda humanitaria a migrantes. Tenemos en Vigo 22 plazas y lo que hacemos es dar una primera atención humanitaria a estas personas que escapan no sólo de pobreza sino también de conflictos políticos.

Recientemente se celebró el Día Europeo contra la Trata de Seres Humanos. ¿Hay riesgo de que aumente este delito en el contexto actual de conflictos bélicos?

En todos los conflictos aumenta el tráfico y la trata con diferentes fines de explotación sexual. Nos estremece que haya personas que se aprovechen de la vulnerabilidad de estas personas que están en situación de salida de emergencia y de búsqueda de supervivencia. Reivindicamos vías legales y seguras para aquellos que tienen que abandonar sus países y poder poner freno a las mafias.

¿Qué puede hacer un ciudadano que quiera colaborar con Accem?

Tenemos un equipo de voluntariado que apoya nuestro trabajo. La sociedad gallega en general es solidaria, pero esta solidaridad hay que canalizarla. Por ejemplo, nos encantaría recibir ropa, pero si no tenemos un equipo que pueda gestionarlo, nos veríamos desbordados y supondría una frustración. Tenemos una necesidad de pisos para alquilar.

¿Tienen dificultades para encontrar viviendas?

Sí, Vigo, Galicia y en general todo el territorio español tiene un problema con el acceso a la vivienda, que cada vez es más precaria. Además, muchas veces las personas con las que trabajamos se quedan fuera porque entre una nómina y una ayuda social…

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