Vela

Támara Echegoyen: “Trabajamos para dar el nivel que nos permita lograr una medalla”

Támara Echegoyen afronta en Francia sus cuartos Juegos Olímpicos.
photo_camera Támara Echegoyen afronta en Francia sus cuartos Juegos Olímpicos.

“Estamos en el camino, pero hay equipos que demostraron tener más consistencia”, señala la regatista pontevedresa clasificada para los Juegos de París

Támara Echegoyen (Ourense, 17 de febrero de 1985) se encuentra concentrada en Marsella para conocer todos los detalles del campo de regatas en el que afrontará los Juegos Olímpicos a partir de la última semana de julio. Forma pareja con Paula Barceló y ambas deportistas deben recuperar el trabajo perdido en los primeros meses del año cuando una lesión en el pie de la canterana del Náutico de Vigo obligó a realizar una parada. “Estamos contentas”, explica sobre el momento actual una deportista que fue oro en Londres en ‘Match Race’ con la clase Elliott 6m y después encadenó dos cuartas plazas, ya en 49er FX, en Río y el Tokio.

 

¿Cómo se encuentra ahora?

La verdad es que bien. Estamos contentas. Desde finales de mayo movimos la base a Marsella para entrenar aquí. Es importante conocer el campo de regatas y todas las variables que existen aquí para los Juegos. Será algo desafiante. Estamos contentas porque, tras la lesión que tuve en Palma, estamos trabajando al 100% y con muy buenas sensaciones. El grupo de trabajo es bueno y estoy con muchas ganas de afrontar estos meses de preparación. 

 

En su disciplina, es clave conocer muy bien la zona con sus vientos. 

Marsella es un campo de regatas que presenta desafíos e interrogantes porque está rodeado de muchos accidentes geográficos que afectan a las condiciones del viento. El agua también es particular y es un trabajo clave porque estar ‘in situ’ y ver cómo actúa todo te da confianza para plantear después los Juegos. Y por eso somos muchos los equipos que estamos aquí.

 

Y ahora comenzará el calor, que también influirá por la aparición de vientos térmicos. 

Ya se está notando un poco. Ésta es una ciudad muy calurosa en julio y en agosto. Con mucha humedad y hay que tener cuidado porque te deshidratas rápido. El calor no es el mejor amigo del deportista y también hay que aclimatarse porque son las condiciones que vamos a tener. Tiene unos vientos térmicos que pueden dar unas grandes condiciones para la competición y en ese trabajo estamos.

 

¿Cómo son esas sensaciones?

Aparte de todo lo que hablamos, también tenemos que elegir bien el material, que es muy importante para la vela. Hemos avanzado ahí, de forma que nos sacamos mucho trabajo de delante, y ahora estamos centradas en el mar, en navegar bien y en probarlo todo. Las sensaciones son óptimas, el ritmo de trabajo y el ambiente son los adecuados y estamos disfrutando de estos meses, que son con un objetivo claro. Todo se está limando para los Juegos, que es la gran competición.

 

¿Se nota el ambiente olímpico?

La verdad es que sí. Casi todos los equipos importantes están aquí entrenando y tienen montadas sus pequeñas bases en diferentes puntos por toda la bahía porque a la villa olímpica todavía no se puede entrar. Pero sí que todo es muy olímpico y, además, ves la bahía preciosa porque la gran mayoría de países están probando los spis (velas más grandes) con las banderas. Se distinguen a la perfección.

 

¿También habrá bastante espionaje?

Es parte del trabajo de los entrenadores y el equipo. Es algo anecdótico porque muchas veces los barcos que se terminan jugando las medallas son algunos que entrenan juntos. Y, dentro de ese espionaje, están los entrenadores porque es una forma de evolucionar. Si detectas que hay alguien que ha conseguido un detalle mejor que tú, tienes tiempo a trabajarlo para avanzar y es la forma en la que se evoluciona en la vela. Este mundo es así.

 

Las condiciones son buenas o puede haber un exceso de tráfico. 

La verdad es que sí, pero también somos conscientes de que estamos en un medio natural que es de todos. Hay barcos deportivos, pero también comerciales o de ocio. Entre todos los usuarios de la bahía existe una convivencia. Para los Juegos sí que se va a cerrar, pero en la actualidad es un placer ver a las escuelas de vela y observar cómo la gente joven aprende a navegar. Además, a nosotros nos gusta mucho convivir con la gente y ver la ciudad que nos alberga.

 

¿Se pone un objetivo clasificatorio?

Para ser sincera, independientemente de si se pone con palabra o no, todos sabemos que en los Juegos hay una presión añadida que es conseguir una medalla. Todos vivimos las anteriores citas en las que sufrimos hasta el final y unas veces terminamos con lágrimas de alegría y otras de frustración. No sería realista negar que el equipo empuja para obtener un resultado, pero básicamente Paula Barceló y yo trabajamos para alcanzar un nivel que nos permita conseguir una medalla. Creo que estamos en el camino, pero también somos humildes y creo que hay equipos que han demostrado tener una consistencia mayor a la nuestra. Y nosotras tenemos como misión neutralizar esa diferencia que han podido crear.

 

Usted lleva años y eso permite saber que existe esa exigencia

Son las reglas del juego y somos valientes para aceptarlas. Tenemos a profesionales para gestionar el cómo afrontar esta presión y creo que todos los deportistas tenemos esa circunstancia. En el alto nivel es así, son las reglas, y hay que saber gestionar esa presión para tener buenos resultados.

 

¿Qué les puede faltar por mejorar?

Esto es un mix de pequeñas cosas. Paula y yo somos un equipo bastante regular. Podemos rendir en todas las condiciones, pero seguramente en velocidad tenemos un margen de mejora que nos permita luchar en cualquier condición de viento y, por supuesto, a nivel táctico, tenemos ciertos movimientos que tenemos que estar más consolidados. También hay ciertos departamentos en los que se puede limar un poco más y tengo esa motivación en estos dos últimos meses para poder alcanzarlos. Es preciso tener humildad para detectar los puntos fuertes de los rivales y trabajar los débiles para competir de tú a tú. En eso estamos.

 

¿Nota muy cambiada la flota de los inicios para Río a la actualidad? 

La flota evolucionó mucho, en todos los aspectos. El nivel ahora es mucho más alto. 49er FX nació para Río y todos sabéis que cuando se inicia, se necesita tiempo para evolucionar. A todos los Juegos anteriores han llegado muchos equipos con opciones claras de medalla y esto hace que la clase sea sumamente competitiva. Pero es cierto que el grueso de la flota dio un paso notable hacia adelante. Lo que pasa es que, como la evolución va en conjunto, la dificultad siempre es la misma. Pero sí que veo que ahora, en Francia, las tripulaciones tienen mucho más nivel y están más preparadas.

 

Creo que llevan unos meses con diferentes problemas físicos. 

Tuve mala pata, nunca mejor dicho. Me fastidié un pie, pero siempre es difícil afrontar una lesión y más cerca de unos Juegos. Pese a ello, creo que una de mis características es sacar lo mejor de las situaciones más complicadas, y creo que esa lesión me hizo parar y pensar. Le di un empujón a otros aspectos de la campaña olímpica y ahora estamos avanzando como antes de la lesión. Fue un momento duro, pero depende de nosotros salir más fuertes, y ahora estamos muy contentas.

Te puede interesar