Delincuencia

Barrios vigueses con pasado conflictivo superan su mala fama

Raúl Fontán, de O Calvario, y Anxo Iglesias, de Teis, creen que pensar que solo hay trapicheo  en estos barrios son “prejuicios del pasado”.
photo_camera Raúl Fontán, de O Calvario, y Anxo Iglesias, de Teis, creen que pensar que solo hay trapicheo en estos barrios son “prejuicios del pasado”.
Gracias al aumento de vigilancia, zonas como O Calvario, Coia o Teis logran dejar atrás antiguos estigmas, aunque persisten desafíos en la lucha contra el ‘menudeo’ de drogas

Diferentes barrios vigueses como el de Coia, el Calvario, Teis o Cabral han sido históricamente estigmatizados por su fuerte vinculación con diversos problemas sociales, especialmente el tráfico y consumo de drogas. Sin embargo, “pensar que esto solo ocurre en nuestra zona es fruto de diversos prejuicios del pasado que sin duda ya no tienen cabida en la actualidad” señala Raúl Fontán, presidente de la asociación de vecinos del Calvario, algo en lo que también coinciden desde Teis. ”Actualmente, el tráfico de drogas ya no es una práctica exclusiva de un barrio en concreto, ahora afecta a la ciudad en su conjunto" indica Anxo Iglesias, presidente del colectivo vecinal. 

En los últimos meses, Vigo ha sido testigo de una subida notable de esta actividad ilícita, un fenómeno que no solo afecta a la seguridad de sus calles, sino que también genera una creciente inquietud entre sus habitantes.“Estamos muy preocupados, seguimos viendo varios movimientos extraños en la zona, trapicheos que nos preocupan” explica Antonio Landesa, presidente de la asociación de vecinos Camiño Vello de Coia, con quien coincidía Fontán “hemos notado un rebrote, ya no solo en nuestro barrio sino en la ciudad general”. 

Lo que más alarma a los vecinos de esta situación es que no se trata de un hecho puntual, sino que, como indicaba Fontán “situaciones de estas pasan todos los días en todos lados”, y lejos de disminuir, aumentan. "La cantidad de droga que hay ahora en la calle cada vez es mayor,  la venta cada vez va a más” indica Anxo Iglesias, presidente de la asociación de vecinos de Teis, una práctica que si no se controla podría terminar derivando en problemas mayores, como el asesinato de un hombre, víctima de un disparo provocado por un ajuste de cuentas derivado del tráfico de drogas, en el barrio Coia el pasado mes de abril. 

Los residentes de Vigo coinciden en decir que la seguridad y la vigilancia ha aumentado notablemente respecto a años anteriores. “Tuvimos durante un tiempo grandes problemas de inseguridad, pero sí que es verdad que ahora parece que empiezan a disminuir" explica Iglesias, y es que tal y como  indican desde el Calvario  “actualmente se ve  mucho más control por la zona, la Policía aquí pasa con regularidad, sobre todo en los puntos más conflictivos del barrio”. En algunas áreas este aumento de la vigilancia ya ha empezado a dar sus primeros frutos.  “Había varios puntos de venta  de droga que nos preocupaban, pero gracias al control por parte de las patrullas locales hemos conseguido controlar y erradicar en muchos de los casos”, declara Víctor Manuel López, presidente de la asociación de vecinos Val do Fragoso. 

Sin embargo, todavía existen muchas otras ocasiones donde este control sigue sin ser suficiente “aunque sí que es verdad que la vigilancia aumentó, creemos que no llega todavía, haría falta algo más” declaraba Landesa, "el principal problema que hace que esta práctica sea difícil de frenar es que no existe ningún punto fijo de trapicheo, hoy se mueve aquí y mañana allí, están en continuo movimiento, por lo que si los queremos detener hay que estar muy pendientes, patrullando la ciudad solo no bastaría, debemos estar muy encima”. Y frente a este problema se suma la falta de agentes en la ciudad. La Comisaria de Vigo se encuentra en la actualidad con una importante crisis de personal y recursos. Según los sindicatos policiales,  se necesitan alrededor de cien agentes más en la ciudad, una falta que se traduce en una menor presencia de efectivos en las calles, afectando así a la seguridad de la ciudadanía y complicando aún más la erradicación del tráfico de drogas.

Dentro de este contexto en el que se encuentra la ciudad viguesa, la cooperación entre las autoridades locales y la población se ha vuelto una herramienta fundamental. Aunque queda mucho por hacer, los esfuerzos conjuntos empiezan a dar buenos resultados “gracias al control por parte de los agentes locales, hemos conseguido que nuestro barrio, el de Fragoso, vuelva a ser un barrio seguro y muy tranquilo” afirma el presidente de la asociación vecinal, un claro ejemplo de que con un enfoque coordinado y persistente este problema se irá erradicando con el tiempo.

Los últimos crímenes "son casos graves pero aislados”

Aunque el comercio de drogas es la práctica delictiva que más preocupa en la ciudad viguesa, esta no ha sido la única durante este año. Según publicó el Ministerio del Interior, el índice de criminalidad en Vigo aumentó ligeramente respecto al año pasado, concretamente un 3% más. Estos datos se han podido ver reflejados en los últimos meses con sucesos como, la aparición de un cadáver dentro de una maleta en Fragoso, el fallecimiento de una mujer tras ser acuchillada por su hermano en Lavadores o la detención de los miembros de la banda de atracadores del “botín del siglo”. Sin embargo, todos estos sucesos parecen no preocupar demasiado a los vecinos de estas zonas pues “se tratan de unos hechos muy puntuales, son casos aislados” argumenta Víctor Manuel López, presidente de la asociación de vecinos Val do Fragoso. Además, “todos los culpables fueron rápidamente identificados y se procedió a su posterior detención, algo que tranquiliza” recalca.

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