Entrevista

Alba Torrens: “Este equipo sueña, es ambicioso y quiere lo máximo”

Alba Torrens. // Jorge Santomé
photo_camera Alba Torrens. // Jorge Santomé
Obtuvo una plata olímpica en Río y suma seis Euroligas en su palmarés

Alba Torrens (30 de agosto de 1989) cubrió la concentración en Vigo con la selección española en un segundo plano porque ultima la recuperación de una lesión de rodilla. A sus 34 años, afronta los que serán sus cuartos Juegos Olímpicos. Obtuvo una plata olímpica en Río y suma seis Euroligas en su palmarés. Una trayectoria deportiva notable en la que “percibo que se acerca el final, pero no he puesto día y hora de ese final”.

 

 

¿Cómo se encuentran tras casi dos semanas en Vigo?

En este punto, contentas por el trabajo realizado. Siempre es una semana de mucha carga e intensidad y la terminamos con dos partidos con victoria. No eran partidos fáciles porque estaban al inicio de la concentración y el equipo respondió de la mejor manera posible. Se consiguió la victoria y también poner lo entrenado en la pista e ir creciendo en estilo y detalles. Encajamos pocos puntos. Este equipo siempre se caracterizó por una defensa agresiva y así se plasmó. No será diferente ahora. 

Llegó algo tocada a la concentración, pero ya está en la fase final de la recuperación. 

Sí, sí. Estoy recuperando sensaciones y nivel competitivo. Tengo ganas de salir a la cancha. Los Juegos Olímpicos están cerca y lejos. Son el objetivo y es la dirección a la que vamos. El foco está sobre ellos. Pero, después, vuelves al día a día, a lo que hay que hacer hoy, cubrirlo, y después lo que toca mañana. Esto es lo importante y tenemos que centrarnos en el paso a paso, en el camino para llegar los mejor posible a esos Juegos. Con los años, ves que es la clave. Lo que te va a llevar a estar preparado en los Juegos Olímpicos es lo que hagas hoy. Es importante ponerse ese objetivo, pero hay que centrarse en el camino que es lo que te llevará. 

¿Le gusta conocer a los rivales e ir viéndolos?

Miguel Méndez y el cuerpo técnico los analizan mucho mejor que yo. Intento hacer el trabajo como jugadora y tenemos la suerte de tener un gran entrenador y un gran cuerpo técnico que nos prepara para ello. Nos pasan la información y sí que están haciendo una trabajo enorme en ese capítulo. Es algo que se ve menos, pero que es importantísimo para conseguir los objetivos. Como jugadora te centras más en nuestro trabajo y el crecimiento que en el rival. Pero los entrenadores seguro que están con ese análisis.

¿El objetivo básico es pasar la primera fase y, después, no ponerse límites?

Por supuesto. Hay que estar en la primera fase bien para pasar a la segunda. Si no, no hay nada más. Otra cosa sería un error y más en una competición como unos Juegos Olímpicos, que es muy abierta. Nos tenemos que centrar en esa primera fase de tres encuentros en los que queremos ganar todos. Y, después, veremos el lugar en el que estamos y en el que nos pone la competición. Este equipo es competitivo y seguro que lo vamos a pelear. 

Desde su experiencia, ¿tienen mimbres para aspirar a algo grande?

Este equipo sueña, es ambicioso y quiere lo máximo. Eso sí, hay que ser humildes e ir paso a paso, con los pies en el suelo. Los sueños están ahí, pero para hacerlos realidad es preciso hacer el camino. En ello estamos y no queremos pensar mucho más allá. Es preciso realizar un camino sólido para llegar al máximo nivel.

¿Cuál es su nivel de ilusión?

Muy ilusionada. Siempre reflexionas un poco porque estoy ante los que pueden ser los cuartos Juegos Olímpicos, lo que quiere decir que llevo muchos años aquí y, lo que me alegra más, es , por una parte, que puedo continuar en la selección que siempre es especial, y, por otro, que todavía siento esos nervios e ilusión. Puedo mantenerla a lo largo de los años, pero sí que siento esa ilusión. 

Usted ahora es veterana, pero llegó muy joven a la selección y se mantiene. Supongo que le da valor porque vería muchas compañeras que llegaron y no pudieron mantenerse.

Es muy complicado estar tanto tiempo. Es difícil llegar, pero mantenerse también. Es hacerlo una y otra vez y mantener las aspiraciones. En otros muchos momentos, persistir y tener constancia. Es un cúmulo de valores, que te alegran y te dan satisfacción. Y también siento mucho agradecimiento porque te das cuenta que en este camino no estás sola. Lo haces gracias a mucha gente y das las gracias de corazón por todo el apoyo que has tenido. Sientes ese agradecimiento y es una motivación extra para dar lo mejor de uno misma.

Hablando de los mejores momentos, tiene una plata olímpica. 

Se hace complicado quedarse con un único momento porque el que vives es el más especial en ese instante. Todos tienen alguna razón por los que son especiales para mí. Pero, si me tengo que quedar con uno, está claro que una plata olímpica tiene un color especial. Ojalá se repita. 

¿Cómo es Miguel Méndez?

Estar con Miguel es especial, por todo lo que llevamos. Y, después, pienso que para mí y para el equipo es muy importante tener a un gran entrenador como es él. De baloncesto sabe mucho, es un gran profesional, como pocos que conozca. Y, después, tiene una gran mezcla entre la ambición, la humildad y unos valores que son ejemplo. No es sólo lo que ha hecho y hace, también la manera en la que consigue las cosas. Tanto en la pista como fuera de ella, es un guía y aprendemos mucho de él. Es una suerte poder tenerlo y compartir este momento.

¿Ya sabe cuándo la va a corregir o decir algo?

Todavía me sigue sorprendiendo y enseñando en muchos sentidos. Es una persona ambiciosa, que le gusta aprender y esta es una de sus virtudes. Siempre está abierto a aprender y a seguir. Sus ganas de ser mejor se trasladan al equipo. Y, después, su manera de comunicar y trasladarlo. Y, además, es increíble la forma de humanizar lo profesional sin perder una pizca de profesionalidad. Esto lo destaco de él.

Es algo que no es sencillo y, en una dinámica de gran exigencia, hay gente que se olvida. 

El algo que no es fácil, pero que es posible hacerlo. Es cuestión de humanizar lo profesional sin perder nada de profesionalidad. 

Por fin jugó en liga contra el Celta, ¿cómo fue?

Me hizo mucha ilusión y también quiero agradecer el recibimiento porque fue muy bonito para mí. Pude estar en un lugar que es muy importante dentro de mi carrera, tanto personal como profesional, y compartir momentos con personas con las que ya estuve esos tres años. Resultó un momento muy bonito. También vinieron mis padres, de forma que fueron muchas emociones y tengo que agradecer a la afición del Celta porque me pusieron los pelos de punta. Son momentos que hacen latir el corazón.

Creo que a las jugadores les gusta estar en Vigo. 

Sí, sí. Estamos muy contentas porque el año pasado estuvimos de maravilla y éste, otra vez por la acogida, la ayuda y el cariño recibido en el pabellón y en cada lugar de la ciudad. Es un lujo estar en Vigo y estaremos encantadas de volver. 

¿Serán sus últimos Juegos?

Sí que percibo que se acerca un final y, a la vez, no he decidido el día y la hora de ese momento. Percibo que estoy más cerca y, además, no quiero retirarme antes de hacerlo antes de que llegue. Quiero disfrutar el momento, pero soy consciente de que todo tiene un final. No dejaré de saborear ningún momento. Veremos cuándo es ese final, pero ahora quiero estar aquí, centrada y presente para dar lo mejor de mí al equipo.

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