Transporte

El Tren Celta entre Vigo y Oporto bate un nuevo récord: 115.000 pasajeros

El Tren Celta que une Vigo y Oporto, estacionado en la estación de Guixar a la espera de pasajeros.
photo_camera El Tren Celta que une Vigo y Oporto, estacionado en la estación de Guixar a la espera de pasajeros.

El servicio ferroviario que conecta Vigo y Oporto aumentó en el 2023 un 3,3% su afluencia respecto al año anterior, pero su facturación bajó un 21,4% debido a las promociones 

El Tren Celta superó de nuevo su tope y marcó un nuevo récord histórico de viajeros. Según las cuentas mostradas por Comboios de Portugal, empresa que junto con Renfe comparten las competencias de su funcionamiento, los pasajeros en este tren que conecta Vigo y Oporto crecieron hasta los 115.000 en 2023, un 3,3% más que en 2022 (111.000) y con una media de 315 usuarios diarios. Tras un parón durante la pandemia, cada año aumenta su utilidad.

 

 

Esto hace que de todos los servicios que presta Comboios de Portugal, tan solo el Tren Celta y el servicio urbano de Lisboa (con 136 millones de pasajeros y un 23,7% más que en 2022) hayan crecido en número de usuarios, mientras que tanto el transporte urbano de Oporto como el de Coimbra, así como las conexiones de Longo Curso (Desde Lisboa a las ciudades lusas más importantes como Oporto, Évora o Faro) o los servicios regionales han visto cómo caían sus pasajeros. 

Con esta cifra zanja una recuperación definitiva al duro golpe que fue el covid. Antes de pandemia, el servicio rozaba los 100.000 pasajeros, en una escalada paulatina desde su puesta en marcha en 1889. En 2013, movió 30.000 pasajeros. Con la explosión de la pandemia y la supresión de servicios, en el año 2020 y 2021 bajó su uso a 33.000 y 26.000 viajeros, respectivamente. Números similares a una década atrás. No fue hasta agosto del 2021 cuando se recuperaron todas las frencuencias (dos por sentido)  y con los horarios habituales: Salida de Vigo a las 8:58 y a las 19:56 (hora española) y llegada a Oporto a las 10:20 y a las 21:18 (hora portuguesa). En sentido inverso, el tren desde Oporto sale a las 8:13 y 19:10 horas para llegar a Vigo a las 11:35 y a las 22:34 horas, respectivamente. Un trayecto de algo más de dos horas que evidencia la falta de modernización en la línea transfronteriza. 

Sin embargo, la facturación de esa línea por parte de Comboios de Portugal ha sido menor que el año pasado. Concretamente un 21,4%. Pese a contar con más pasajeros, la cantidad de promociones lanzadas en 2023, con billetes que conectaban ambas ciudades por solo 5,25 euros, hizo que su recaudación bajase. No fue el único. Prácticamente en todos sus servicios descendieron sus ingresos, menos en el servicio urbano de Lisboa. Su facturación pasó de los 255 millones a los 247 del 2023. En cambio, los servicios prestados se redujo ligeramente hasta los 1.359 trenes, mientras que en 2022 se movieron un total de 1.416. 

Avanzar a la salida sur

El Tren Celta, no obstante, tiene los días (o años) contados. La propuesta de la alta velocidad que conectará en un plazo no antes del 2030 a Vigo y Oporto desplazará por completo ese servicio y acortará los tiempos a 50 minutos aproximadamente. Toda esta modernización no estuvo exenta de líos y polémica, además de dificultades futuras. Con el cambio de gobierno en Portugal este año, el actual presidente Luis Montenegro (Alianza Democrática) aseguró que fijaría la misma prioridad para el Vigo-Oporto que para el Madrid-Lisboa. Algo que desde el Concello de Vigo no hizo especial ilusión. 

Pese a ello, las noticias desde Portugal parecen positivas. Según Carlos Fernandes, vicepresidente de Infraestruturas de Portugal (IP), aseguró recientemente que la fase de estudio de tramo portugués entre Vigo y Oporto ya se encuentra en estudio y muy avanzada, prometiendo la finalización total de la obra en unos 6-7 años.  Un estudio informativo que también se encuentra realizándose por parte del Gobierno de España, con la Estación de Urzaiz como pasante que dará continuidad al Eje Atlántico hasta A Coruña y cuya finalización se espera para principios del 2025. 

Esto sería el adiós definitivo del Tren Celta, un servicio que a punto estuvo de desaperecer en 2011 debido al reducido volumen de pasajeros. Las presiones tanto desde el concello vigués como de la Asociación de Comboios de Portugal, asegurando que era la única vinculación ferroviaria entre el norte de Portugal y Galicia (hace parada en Valença, Viana do Castelo y Nine), hizo que se cancelase la anulación.

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