Stellantis Vigo suma y sigue con paradas de producción por problemas de aprovisionamiento de componentes. El próximo lunes y martes parará toda la actividad de la línea 1 (la del SUV) y hace unos días fue el sistema 2 (furgonetas) el afectado. La planta automovilística de Balaídos acumula ya más de 70 turnos de trabajo afectados en lo que va de año con más de 20.000 coches perjudicados.
Un primer semestre del año marcado por la falta de componentes, al que seguirá un segundo semestre de gran incertidumbre y producción a la baja por la caída que está prevista en la fabricación del Peugeot 2008. Así lo confirmó esta semana la empresa, que trasladó al comité la necesidad de constituir una mesa negociadora para abordar la reorganización en el turno de noche del sistema 1, donde trabajan 700 personas. La factoría no avanzó las medidas a tomar, que apuntan a un recorte de la actividad como medida menos traumática con el fin de evitar el cierre completo del turno. En esta línea se manifestaron UGT y CCOO que defenderán medidas que garanticen el mayor número de puestos de trabajo, según indican en sendos comunicados.
Este ajuste de la producción no cogió por sorpresa al comité ni a los trabajadores, ya que se encuadra dentro de la etapa de transición que afronta en estos momentos la planta de Balaídos por el fin de vida de algunos modelos y a la espera de que el grupo le adjudique carga de trabajo nueva. El SUV Peugeot 2008 se trata de un vehículo maduro que lleva ya varios años en el mercado y que en la actualidad se fabrica en solitario en la línea 1, que puso fin a los sedanes hace unos meses. El sistema 2 fabrica furgonetas de seis marcas.
La dirección también comunicó al comité que el 26 de julio no será día laborable para el sistema 1 y los representantes sociales plantearon que establezcan la misma medida para la línea 2. Por otra parte, la planta va a internalizar varias actividades logísticas para dar ocupación preferente a empleados de la plantilla de Stellantis Vigo con dificultades de adaptación. Otras tareas se externalizarán, dando como resultado un balance de ganancia de actividad para la factoría de algo más de un 20%. Además, el centro procederá a la instalación de cinco cámaras de vídeo en el almacén del taller de embutición con el fin de poder analizar incidentes de seguridad y calidad, previo aviso a los operarios.
