Fútbol

David Solleiro, del seminario de Tui al Olympique de Marsella

David Solleiro en Marsella.
photo_camera David Solleiro en Marsella.
El tudense David Solleiro, de 24 años, pasó en unos días de dar clase en el Seminario Menor San Paio de Tui a formar parte de la estructura del Olympique de Marsella francés 

Los caminos del deporte y de la vida son, en ocasiones, totalmente imprevistos y fortuitos. A priori, no existe relación alguna entre un club de máximo nivel en Francia como el Olympique de Marsella con el Seminario Menor San Paio en Tui, en el que se forman los jóvenes aspirantes a sacerdotes. Pocas realidades pueden ser más opuestas, pero se unieron en la trayectoria vital de David Solleiro, que ahora ejerce de preparador físico y readaptador en el club francés unos días después de cerrar su etapa como profesor en la entidad religiosa tudense. 

“El director de alto rendimiento es gallego  (el morracense Miguel Alonso). Yo hice unas prácticas en Pontevedra y, a través del jefe de esta empresa, llegué a Miguel. Este es el camino gracias al que ahora estoy en el Olympique”, explica el de Tui. Una oportunidad laboral que, evidentemente, era obligatorio coger: “Si me dicen hace dos años que voy a estar aquí, no me lo creo”, admite. 

Para trasladarse se despidió del grupo de estudiantes de San Paio. Un lugar al que también llegó con una dosis de cierta casualidad porque “estaba en el Compostela y trabajaba por la tarde. Me hablaron de la opción de dar clase aquí en el seminario y, como eran unas horas y me venía bien, porque en el fútbol se gana poco, me animé”. La decisión resultó buena porque ejerció de profesor y “son clases de educación física como otro instituto, lo que pasa es que claro que la atención es más efectiva porque el grupo es pequeño, puedes estar más pendiente de ellos y el trato es cercano. No es lo mismo tener delante a 25 alumnos que  ocho”, expresa. Eso sí, puede ser un trabajo más complicado motivar a jóvenes de entre primero y cuarto de la ESO que se forman para sacerdotes. El interés por el deporte puede estar lejos de ser el de un futbolista de esa edad. “Hay que intentar despertar en ellos el gusto por la actividad fisica. No sé si lo podría conseguir, pero al menos lo intenté. Pueden tener otros intereses, pero hay de todo”, resume. 

Dentro de las particularidades de cada grupo, en Marsella dispone de un perfil de jugador totalmente diferente. David Solleiro trabaja con futbolistas del filial y, fundamentalmente, del juvenil y del cadete. “Son jugadores muy aplicados y disciplinados. Hay cosas que les gustan más y otras menos, como todo el mundo". No obstante, sí que disponen de esa fuerza de la juventud y de todos los medios posibles porque “esto es otro mundo. Una realidad totalmente diferente”, explica Solleiro. Compaginó el grado de Actividades Físicas y del Deporte con su paso por el Porriño Industrial y, una vez terminados los estudios, el Compostela. “Es bueno empezar por la parte baja porque, al llegar aquí, sabes valorar más los medios que tienes. Es otra dimensión”, explica. 

Dentro de la élite, comienza por la parte oscura. Su labor es trabajar con “los lesionados para que se recuperen bien y vuelvan a sus equipos en el mejor estado físico posible” y, también, “con los que tienen algún problema para poder ayudarlos y que mejoren en esos aspectos”. Todo ello coordinado por Miguel Alonso en la costa azul francesa. 

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