Baloncesto

Carrera tira “hacia delante” en su visita a la selección

La pívot del Valencia Basket sonríe desde la esquina en la que presenció el España-China en As Travesas.
photo_camera La pívot del Valencia Basket sonríe desde la esquina en la que presenció el España-China en As Travesas.
La canterana céltica, en pleno proceso de recuperación de una rotura de cruzado, volvió a Vigo para visitar a la selección en el camino a unos Juegos que la ourensana se va a perder

Es domingo al mediodía en el Central de As Travesas. No es un pabellón que Raquel Carrera haya catado demasiado. Cuando era la niña prodigio del Celta y del baloncesto español, sus dominios estaban en Navia. No importa. En Vigo se siente como en casa. Y también en la selección. El España-China comienza y ella lo sigue con atención tras la valla, con la también excéltica Alba Torrens. Junto a ella anima a sus compañeras, comenta las acciones y se ríe. Se ríe mucho. Ya han pasado tres meses desde que la ourensana se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Con él, también se quebró el sueño de los Juegos Olímpicos. “En el momento que lo asimilas, no te queda otra que tirar hacia delante”, reconocía al término del partido.

Así es el deporte. Y la vida. Esa rotura en la rodilla fue también en el alma del baloncesto español. La selección de Miguel Méndez perdía, probablemente, a su jugadora más importante y, desde luego, más insustituible para París.  Pero el tiempo cura heridas, rodillas y hasta corazones. “Ya hemos pasado el duelo”, asumía el entrenador vigués en el primer día de concentración. A juzgar por su expresión relajada durante el partido, parace que Raquel también lo ha hecho. O, al menos, está en ello. “Ahora me hace sufrir menos”, reconoce. “Pero hay momentos”, se apresura a matizar. “Los hay buenos, pero también malos. Tienes tus días de bajón, en los que no te va tan bien la rodilla porque se te hincha, porque te duele, porque molesta…”, enumera la pívot del Valencia, que rápidamente pone al mal tiempo buena cara y tira de estoicismo. “Es lo que hay”, acierta a resumir.

Pero ya van tres meses de trayecto. Como dice el otro, ya quedó más. “Lo más complicado era la operación y por suerte todo salió bien”, apunta Carrera, que tuvo su proceso de aceptación. Se había quedado sin Copa de la Reina, sin final de Liga y, sobre todo, sin su segunda cita olímpica tras su estreno en Tokio con 19 años. “Sí que se pasa mal”, reconoce. “Nadie se quiere perder una experiencia así. ¡Son unos Juegos!", reconoce desde As Travesas. “Pero bueno, ahora solo queda recuperarme”, zanja.

Y el proceso va por buen camino. “La rodilla responde, que es lo más importante”, explica Raquel, que viste una media protectora en su pierna derecha pero camina con absoluta normalidad. “Tanto el club como yo no queremos ponernos una fecha. No hay plazos. Lo importante es recuperarse en el tiempo que sea necesario y llegar físicamente bien al momento en el que esté preparada para jugar”, resume sobre lo que le queda por delante. En cualquier caso, a finales de año o a principios de 2025, volverá a la acción.

Mientras tanto, trabajo y paciencia. Es lo que le queda. Pasar unos días con sus compañeras ayuda. “Las veo muy bien y las animaré desde la tele”, proclama. Además, en la ciudad en la que formó. “Noto mucho el cariño de Vigo. Antes era en la pista y ahora, fuera, lo siento incluso más”, concluye con una sonrisa. Y siempre hacia delante.

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