La conservera Albo echa el cierre en Vigo: su terreno será recalificado para pisos

Oficinas, sede central y factoría de la conservera Albo en Jacinto Benavente. En su lugar habrá bloques de pisos.
photo_camera Oficinas, sede central y factoría de la conservera Albo en Jacinto Benavente. En su lugar habrá bloques de pisos.
Los dueños, el grupo chino Shangai Keichuang,  trasladan a la Plisan de Salvaterra la sede y la producción. Su solar en Jacinto Benavente pasará a ser residencial aunque el PGOM exige mantener la fachada exterior. Vigo pierde otra de sus conserveras históricas y sus 135 trabajadores harán todos los días 70 kilómetros para trabajar

Los dueños de la conservera Albo, el grupo chino Shanghai Keichuang, ya han tomado la decisión firme de echar el cierre en Vigo, incluyendo no solo la producción, sino también la sede social, y trasladarse a Salvaterra a la plataforma logística (Plisan) donde se encuentran en la fase final de construcción de una nueva planta. Probablemente, harán gratis el traslado gracias a la recalificación de sus terrenos en Jacinto Benavente, que pasarán una vez se apruebe el nuevo Plan General, con toda probabilidad en 2023, a ser residenciales y, por tanto, incrementarán su valor de forma exponencial lo que supondrá beneficios para la compañía.

Desde el lado de los trabajadores, sus representantes sindicales calificaron de “pelotazo” la decisión, que supondrá para Vigo perder una de sus industrias más antiguas y asentadas y prácticamente liquidar el sector de la conserva, que fue pujante. Además, más de un centenar de trabajadoras (135) tendrán que ir cada día hasta la Plisan, 35 kilómetros en cada dirección.  

Esta decisión, que todavía no ha sido comunicada de forma oficial, probablemente inquietará a la Autoridad Portuaria, copropietaria de la Plisan, que esperaba que Albo mantuviera dos centros de producción.

Por su parte, Pedro Comesaña, CCOO, secretario de Política Industrial, que ha estado en la negociación, reconoce cierta sorpresa por el final: “No mantienen nada, liquidan todo, lo venden todo para la recalificación de la conservera para viviendas, trasladan a todos y no porque lo necesitaban,  han dejado morir esta conservera”, asegura. Hace un año ya se apuntó el cambio, que se hará efectivo en octubre, “y sin dejar las oficinas en Vigo, cierra todo”. Reconoce que la gente está muy enfadada, “pero si quieres mantener el puesto de trabajo tienes que asumirlo,  era inevitable”. “El pelotazo que va a pegar aquí les compensa de sobra, y además cierran también en A Mariña”.

El Plan General solo exige mantener la fachada exterior

La marcha de la empresa Albo llega tras la decisión de los redactores del nuevo Plan General de Ordenación Municipal de eliminar toda industria del territorio de competencia del Concello en Jacinto Benavente, como en el Plan de 2008, y a cambio han optado por la conservación de la fachada como una pieza histórica. Según aparece de forma precisa en las determinaciones de la ficha, la nueva ordenación “permitirá la recalificación de los usos industriales que han decaído”, conformando “una fachada urbana ante la calle Jacinto Benavente y salvando el desnivel entre esta y Marqués de Valterra”. De esta forma se establece su continuidad e integración volumétrica en relación con las alturas existentes, así como las aperturas necesarias para “evitar el apantallamiento”, es decir, que los volúmenes tapen las vistas. Los promotores que se hagan con la propiedad del suelo tendrán que asumir tres integraciones en el desarrollo urbanístico, una de ellas muy llamativa al garantizar la restauración o rehabilitación de la fábrica de conservas Albo.

“El personal está resignado, sabe que tiene que irse sí o sí”

En noviembre de 2020, la empresa Hijos de Carlos Albo firmó con Xunta, Autoridad Portuaria de Vigo y Consorcio de la Zona Franca Vigo, copropietarios de la plataforma logística  de Salvaterra-As Neves (Plisan) las escrituras por las que se formaliza la adjudicación de tres parcelas a la firma conservera, ahora de titularidad china. La compañía resultó adjudicataria de tres parcelas en la Plisan con una superficie total de 62.979,54 metros cuadrados como resultado de la subasta pública convocada por el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) el año anterior. La adjudicación se realizó en derecho de superficie, una modalidad que permite a las empresas acceder al suelo pagando cada año una pequeña cantidad, lo que les facilita financiar su instalación y el inicio de la actividad en las mejores condiciones posibles. En concreto, supone el pagado de un canon anual del 1,5% del precio de la parcela durante los dos primeros años, del 2,5% del precio en los años tercero y cuarto y del 3,5% del precio a partir del quinto año. El derecho de superficie se concede por un plazo de 30 años. La nave está ya prácticamente terminada y permitirá una producción. El volumen previsto en las nuevas instalaciones será de 100 toneladas diarias.

Pero todo ello tendrá como contrapartida la desaparición de la histórica conservera en Vigo. CCOO destaca que el personal, mayoritariamente mujeres, se mueve en la resignación porque, “saben que tendrán que irse sí o sí, pero al menos van a mantener el puesto de trabajo en las mejores condiciones”. Incluye autobuses y un plus de 110 euros mensuales y la conversión de contratos de 28 trabajadoras que pasan a oficiales de primera y con mejor salario, así como un descanso de media jornada, así como conservar los festivos de Vigo.  Eso, a corto plazo. A medio o largo “no hay garantías”

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