La biblioteca del Congreso: un tesoro adaptado al siglo XXI

Vista de la Biblioteca del Congreso de Madrid.
photo_camera Vista de la Biblioteca del Congreso de Madrid.
Cada año incrementan la colección en 3.000 ejemplares, tanto en formato físico como electrónico

La biblioteca del Congreso cumple el año que viene 170 años pero mantiene la misma función con la que nació durante la regencia de María Cristina, cuando los primeros procuradores acudían a asesorarse para hacer las leyes. Hoy, ante un Congreso muy fragmentado, se adapta al siglo XXI con materias tan diversas como la eutanasia o las criptomonedas.

Este tesoro que alberga el Congreso, una construcción de madera de cedro y caoba levantada en cuatro pisos en 1853, con cierto sabor inglés y con bóveda ovalada, recibe a diputados, asesores o asistentes que se documentan a diario sobre futuras leyes en materias sociales, laborales, económicas o ecológicas.

Durante una entrevista, el jefe del servicio de Información Bibliográfica de la biblioteca, Javier Plaza, explica que cada año incrementan la colección de la biblioteca en más de 3.000 recursos, también en formato electrónico, y que entre los últimos ingresos llama la atención las monografías publicadas sobre las criptomonedas o sobre información financiera.

“En contraste con el libro más antiguo, que es un libro de horas. Es una imagen del cambio social y vital que hemos tenido en quinientos años”, incide tras mostrarnos un manuscrito hecho con piel de feto de becerro, de estilo gótico con rasgos flamencos, ilustrado con llamativos colores y que se utilizaba para rezar en cada hora del día. “Un códice de altísima calidad”, recalca.

 

UNA EXTENSA BIBLIOGRAFÍA

Y es que en esta biblioteca, en la que aún se aprecian las vitrinas acristaladas identificadas con números -tal y como se ordenaban antiguamente los libros- conviven desde manuscritos del siglo XV o incunables procedentes de conventos, de donaciones de parlamentarios del siglo XIX o de procesos de compra de otras bibliotecas antiguas, hasta una extensa bibliografía sobre la eutanasia o sobre las fronteras territoriales de jurisdicción de aguas.

“Desde principios de año llevamos más de 140 bibliografías..., y los trabajos que realizamos van unidos y paralelos a la demanda de proposiciones o preguntas que hacen los parlamentarios”, señala Plaza, que incide en que actualmente con tantos partidos políticos el trabajo es mayor y hay mucha demanda de información.

Actualmente, la biblioteca apenas recoge el 10% del conjunto documental. Alberga cerca de 330.000 volúmenes, pero también hay que contar que hay más de 40.000 libros electrónicos, además de una gran variedad de revistas. En total, en catálogo hay más de 500.000 referencias.

La pluralidad documental es fundamental y, aunque la biblioteca acoge cerca de un 20% de lecturas políticas, un 40% vinculadas a la economía y el resto repartido en temas de sociología, política e internacional, también destaca por tener muchos ejemplares raros de gramática y medicina.

“Libros censurados por la Inquisición y firmados por el propio inquisidor”, desvela el responsable de esta biblioteca, mientras nos enseña la bóveda de la sala, que fue pintada por un antiguo funcionario de la Cámara.

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