Turismo

Vigo inicia el verano con 1.800 pisos turísticos, la mayoría en la zona centro

Un turista pasea con su maleta por la Porta do Sol, una imagen que se tornará habitual en el comienzo del verano.
photo_camera Un turista pasea con su maleta por la Porta do Sol, una imagen que se tornará habitual en el comienzo del verano.

García Barbón, Policarpo Sanz y Urzaiz, las calles con mayor afluencia de viviendas de uso vacacional 

Vigo comienza el verano ofertando un total de 1.800 pisos turísticos repartidos por la ciudad, según datos de mayo del Registro de Empresas y Actividades Turísticas (REAT), con un  grueso que se encuentra en su zona centro. Las calles García Barbón, Policarpo Sanz y Urzaiz son las más pobladas para esta oferta vacacional, especialmente la primera, donde ya registra más de 60 viviendas de uso turístico (VUT).

Números como el 48, el 73 o el 90 cuenta prácticamente con toda su infraestructura destinada a tal fin. Policarpo Sanz, con 32, al igual que Urzaiz, son las otras localizaciones donde ha menguado el alquiler tradicional para enfocarlo más hacia el visitante. Cánovas del Castillo, muy cercano al Puerto de Vigo, cuenta con 27 pisos turísticos. Incluso en Príncipe, calle peatonal dirigida al comercio y que ya registra además un total de 20. 

 

 

Sin embargo, apenas existen zonas donde no exista, al menos una decena de VUT. Otras localizaciones céntricas como Pi y Margall o Torrecedeira, lugares anteriormente fijados para el alquiler tradicional, ha visto como en sus últimos años han proliferado este nuevo modelo de vivienda turística y, entre ambas calles, ya cuentan con 56 pisos enfocados en el turismo. Los barrios tampoco se libran, y en Teis también se han disparado los VUT. Concretamente en el entorno de Sanjurjo Badía, con 17. 

La zona de la costa, pese a ser un reclamo turístico importante, no cuenta con muchos apartamentos dedicados en exclusividad al turismo, debido a su alto coste de compra. La Avenida de Samil solo tiene ocho viviendas turísticas para todo el año, Alcabre tan solo once y, Coruxo, con 26, algunas de ellas ubicadas más en el interior. 

Un usuario, a la entrada en una vivienda de uso turístico.
Un usuario, a la entrada en una vivienda de uso turístico.

La parroquias, por contra, cuentan con menos VUT, siendo la mayoría destinadas a ser primeras viviendas de sus propietarios. Beade tan solo cuenta con dos, Cabral con siete o Valladares con tres. Los inquilinos, menos habituales, buscan en estos alojamientos la tranquilidad y alejarse del centro, una premisa que, comprobando la oferta existente en las principales calles del centro de Vigo, es lo menos habitual. 

El precio, no obstante, no para de subir. Según el Observatorio Inmobiliario de Galicia realizado por la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) los precios medios que se verán en Vigo durante el verano irán desde los 900 euros por semana y los 1.800 euros por quincena. Precios para los inquilinos muy similares a los que se pagarán en otras ciudades como A Coruña o la zona de la Marina Lucense, pero lejos de los que se abonarán en otras localizaciones de las Rías Baixas más turísticas como Bueu (2.000 euros por quince días), Cangas (2.100), Baiona (2.200), O Grove (2.300) o Sanxenxo (3.000 euros). La previsión es que se alcance en los meses de julio y agosto alrededor del 85% de ocupación en todas las viviendas de uso turístico de las Rías Baixas. 

Vigo se prepara para el aluvión de visitantes durante el verano. Ya sea a través de la reciente conexión AVE entre Madrid y la ciudad o por aire, con la reapertura de Peinador el pasado viernes.

Fuga del 20% de viviendas al alquiler vacacional en un año

Desde Fegein, su presidente Benito Iglesias señaló que tras un año de la nueva Ley de Vivienda, un 20% de los inmuebles destinados al alquiler a largo plazo se han convertido en Viviendas de Uso Turístico por “la rentabilidad y la seguridad júridica” con la que cuenta el propietario: “La inseguridad jurídica, la prohibición transitoria de repercusión del IPC en la renovación de contratos de alquiler, una ley de vivienda intervencionista, y el aviso de penalización a las viviendas vacías, o la limitación de precios, penalizan al pequeño propietario que busca una alternativa distinta al alquiler tradicional de su vivienda”. El mercado de la compraventa de segunda vivienda se encuentra, según Iglesias, “al alza y con buena proyección para el verano del 2024", con un crecimiento también en las reservas de vivienda vacacional en Galicia por encima de la media española.

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