Dennis Eckert va con mamá

Dennis Eckert se enfrenta el viernes en el España-Alemania a la metafórica cuestión de si va con mamá o con papá. Aunque, en su caso, hay cierta literalidad: tiene doble nacionalidad. Nació en Bonn y se formó en el país germano, pero su madre es tudense y desde pequeño veraneó en la localidad hasta que fichó por el Celta en 2017. Pasó dos años en el club materno, con ficha de filial, pero llegó a disputar nueve partidos en el primer equipo. Hasta hoy, es el único alemán que ha vestido la camiseta celeste. Con esos antecedentes en la mano, reconoce que se alegrará en ambos casos, pero se inclina por mamá: “No sé por qué, pero mi corazón me dice que vaya con España. Quiero que pase España”.

Eckert se fue de Vigo, pero Vigo nunca se fue de él. Ni Tui. “Cuando era pequeño, mi madre siempre me llevaba a sitios con españoles”, rememora el delantero, que se ha abierto camino en el mundo del fútbol: es un jugador importante el Saint-Gilloise belga, con el que ha jugado en Europa, con un buen puñado de goles en su haber. Desde la pretemporada de su equipo, analiza los cuartos de final entre sus dos países. “Es una final anticipada, son los mejores equipos y va a ser un partidazo”, expresa con claridad.  El hispanogermano ve a la Roja “con una pequeña ventaja” porque es la selección con “mejor funcionamiento con balón y capacidad de crear peligro en espacio reducido”. Además, cree que la posesión va a ser española y “Alemania sufre sin la pelota”. 

Pero los anfitriones no son mancos. Ni mucho menos. “Para mí tienen mejor delantero centro. Havertz juega mejor con el equipo, se asocia más”, apunta sobre su posición y la comparación con Morata. Además, el equipo de Nagelsmann dispone de argumentos para dañar en transiciones. “Los balones que pueda perder España los pueden castigar Kroos, Gundogan o Kimmich con pases a las carreras de Havertz, Musiala y Sané”, analiza.

En el lado contrario, Dennis está tan obnubilado -como todo el mundo- con Nico Williams y Lamine Yamal. “Un nivel así con la edad que tienen es increíble”, enfatiza el excéltico, que alaba el nivel del torneo y el de conjuntos como Suiza. “Se notan mucho los equipos unidos. Fíjate Georgia hasta dónde llegó", remarca este alemán tudense y celtista, que irá con España en el partido del viernes. Irá con mamá. 

“Lo bueno de Alemania es la cerveza y la cerveza le gusta a todo el mundo"

Al margen de lo puramente futbolístico, la Eurocopa de Alemania está destacando por el excepcional ambiente que las aficiones están creando en los estadios y en las ciudades en general. Dennis Eckert no pudo disfrutarlo demasiado porque la pretemporada belga ya está en marcha  -la Liga empieza el 26 de julio-, pero sí estuvo en su país natal y tiene una ligera idea de a qué se debe esta algarabía. “Lo bueno que tiene Alemania es la cerveza y la cerveza le gusta a todo el mundo”, resume el atacante entre risas. 

El excéltico destaca que gracias a tan divino brebaje “la gente se lo pasa bien” en las plazas. Claro ejemplo es la huella que ha dejado la afición de Escocia en el torneo. Pero, bromas aparte, Eckert se congratula de que el evento se esté desarrollando en este clima de armonía. “Es una fiesta muy grande para los jugadores y la afición. Así tiene que ser el fútbol, algo que una a las personas”, subraya el ariete de orígenes tudenses, que encuentra en este aspecto su razón de ser en este deporte. “Por eso soy futbolista y me encanta este juego: porque veo la alegría en los ojos de la gente", concluye Dennis, que reconoce que hacía “mucho tiempo" que no veía esa felicidad en los aficionados al fútbol de Alemania.

El excéltico jugó “con y contra” varios futbolistas de la ‘Mannschaft’

Ya se sabe que los caminos del fútbol son inescrutables. Que se lo digan a Dennis Eckert, formado en el Colonia, el Alemannia Aachen y el Borussia Mönchengladbach, que debutó en la élite con el Celta, probó suerte en Países Bajos y ahora triunfa en Bélgica. Para llegar ahí, dejó atrás infinidad de partidos, de compañeros y de rivales. Y también convocatorias con selecciones alemanas de categorías inferiores. En ese camino, se cruzó con varios futbolistas de la ‘Mannschaft’. “Jugué con y contra algunos”, reconoce, con Kai Havertz, del Arsenal, como el nombre más rutilante. “Me enfrenté a él”, rememora. También coincidió con los defensores del Leipzig  Benjamin Henrichs y Maximilian Mittelstädt. “Fuimos juntos a varias concentraciones”, desvela. “A Deniz Undav lo conozco un poco”, añade también, en referencia al atacante del Stuttgart.