El Casco Vello de Vigo fue escenario ayer, domingo, de la tradicional procesión del Corpus Christi, que en esta ciudad se conmemora de una forma austera, con toda la solemnidad que acompaña a la procesión del Santísimo.
Fue el acto central -hubo otros, como en la parroquia de Candeán, también con procesión- de esta fiesta en la que se exalta sacramento de la Eucaristía. La comitiva salió ya al atardecer, sobre las 21 horas, de la Basílica Concatedral con la Custodia dentro del templete de plata, en una carroza arrastrada por miembros de la Adoración Nocturna. Encabezada por el obispo de Tui-Vigo, Luis Quinteiro Fiuza, acompañado por el titular del templo de Santa María, José Vidal, contó con la presencia de los sacerdotes de las distintas parroquias de la ciudad, así como los representantes de las cofradías viguesas y de numerosos fieles que respondieron al llamamiento.