“Yo iré a la cárcel, pero cuando salga ya verás”, “pasé por tu casa estos días y porque no te vi… Volveré a por ti”. Una llamada de teléfono con mensajes amenazantes llevó a una viguesa a interponer denuncia contra su ex pareja, condenado en otros procedimientos a medidas de alejamiento que ya había quebrantado presentándose en su vivienda. El informe de valoración policial realizado a la mujer dio como resultado riesgo alto y solo dos días después se acordó una orden de protección sobre ella.
Sin embargo, al mes, el Juzgado de Violencia de Vigo dictaba el sobreseimiento provisional de la causa. Consideraba que de la declaración de la denunciante y el investigado (que se acogió a su derecho a no testificar) no se desprendía la existencia de incidente violento o vejatorio alguno y que las palabras de la llamada de teléfono no tenían la intencionalidad e intención de amenazas, incluyendo los cuatro intentos más de comunicarse ese día el denunciante con su expareja.
La Audiencia provincial, no obstante entiende que las diligencias de investigación realizadas no son suficientes, al haberse cerrado el caso antes de que se pudieran practicar los análisis de las llamadas y mensajes del teléfono, calificando de coherente y convincente el testimonio de la denunciante y en una resolución obliga al juzgado a continuar con la causa y a reponer la protección sobre la denunciante.
Este caso no es un hecho aislado. La última estadística del Consejo General del Poder Judicial referente al primer trimestre del año constata que solo en el 30% de las denuncias, el juzgado especializado entiende acreditada la perpetración de un delito, mientras que el resto acaba archivándose, lo que obliga en muchos casos a acudir a la Audiencia provincial con desigual suerte.
Las mismas estadísticas aludidas reflejan al mismo tiempo una caída en las denuncias por violencia de género en Vigo al inicio del año de un 39%.
Un nuevo juez toma las riendas en Vigo
El Juzgado de Violencia sobre la Mujer 1 de Vigo comenzó hace unos meses una nueva etapa tras la marcha de que la que era hasta ahora titular, que cambió de destino y la llegada de un nuevo magistrado.
El descenso de denuncias ingresadas durante el primer trimestre del año fue especialmente acuciada en la ciudad, y, aunque, en menor medida, también en el resto de Galicia y a nivel nacional. El propio observtorio del Consejo General del Poder Judicial interpretaba ese descenso con cautela, al tener dos vertientes, una positiva (baja la violencia de género) y otra negativa (las mujeres dejan de denunciar).
Los últimos acontecimientos de este fin de semana, con tres brutales asesinatos machistas en Granda, Fuengirola y Cuenca, con dos menores descuartizados dejan poca lugar a dudas respecto a la incidiencia de la violencia sobre la mujeres, que sigue generando detenciones.
