segunda división

El estreno de Santi Comesaña

Comesaña se dispone a golpear el balón en el partido del sábado.
photo_camera Comesaña se dispone a golpear el balón en el partido del sábado.

El vigués marcó su primer gol en Segunda en el partido del Rayo en Girona

El centrocampista vigués del Rayo Vallecano Santi Comesaña marcó el pasado fin de semana su primer gol en Segunda División, categoría a la que dio el salto el pasado verano procedente del Coruxo. El futbolista formado en el Val Miñor abrió el marcador en el encuentro que el Rayo acabó ganando 1-3 en Girona, triunfo vital en la pelea por la permanencia de los vallecanos.
Tras acabar su etapa juvenil en el Val Miñor, Santi Comesaña fichó por el Coruxo y destacó en una temporada en la que disfrutó de la confianza de Rafa Sáez desde el principio. Acabó la campaña con 37 partidos a sus espaldas, 36 como titular, y 8 goles. El vigués llamó la atención de varios equipos y el Rayo Vallecano se hizo con sus servicios en verano.
Llegó al conjunto madrileño con sólo 19 años –cumplió 20 en noviembre– y le ha costado jugar con regularidad –lleva once partidos–, pero el sábado fue titular en casa del Girona, segundo, y marcó el 0-1 a los diez minutos de partido. Fue su primer gol en la división de plata y abrió el camino hacia la victoria del Rayo, que pelea por evitar el descenso. Aunque está fuera de las posiciones que llevan a Segunda B, tiene los mismos puntos que el Alcorcón, primero de los conjuntos en zona de descenso.
Ayer, en declaraciones que recoge la página web del Rayo, el vigués destacó que su objetivo es "aprender" en su estreno en la categoría. "Al final si juegas con compañeros con tanta calidad es muy fácil. Estoy entrenando bien desde siempre. Desde el inicio de liga con todo lo que tengo y aprendiendo. Con jugadores tan buenos como hay en este equipo siempre es fácil aprender y cuando el míster te da la confianza tú se la tienes que devolver dándolo todo", indicó Comesaña, "contentísimo" por la victoria y convencido de que su equipo peleará hasta el final por la salvación: "Aquí no se rinde nadie".

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