Celta - Las Palmas

La riqueza de los matices

Strand Larsen, que vivió un partido de mucho trabajo oscuro y poco acierto, traza de zafarse de Herzog.
photo_camera Strand Larsen, que vivió un partido de mucho trabajo oscuro y poco acierto, traza de zafarse de Herzog.
El análisis de la goleada del Celta a Las Palmas en Balaídos 

Como solía hacer en el Celta Fortuna, Claudio Giráldez añadió ayer matices a su idea de juego. El técnico porriñés se adaptó al dominio de la pelota de Las Palmas y lo contrarrestró con bloque medio y transiciones. Eso sí, tras reajustarse después de un mal inicio de partido.

Presión desajustada

El Celta amenazó con ir muy arriba a buscar Las Palmas en los primeros compases de partido. Se quedó en eso. Porque el conjunto de Claudio Giráldez defendió en bloque medio. Probablemente, buscaba evitar que el buen trato de balón visitante batiese línea con facilidad y robar en zonas más alejadas para conectar con Swedberg a la profundidad. Sin embargo, la receta no terminó de funcionar. El conjunto canarión generaba superioridades dentro una y otra vez con Perrone entre centrales en inicio y luego en el medio con Loiodice y Kirian -qué futbolista-. En ese escenario, los de celeste se veían desbordados y sin capacidad para quitar. Y sin robo, no hay transición.

Daño desde la esquina

Pese a la superioridad posicional de Las Palmas, el Celta no estaba padeciendo demasiadas penurias en su área. De hecho, curiosamente, las dos acciones más claras llegaron desde el rincón. Dos saques de esquina idénticos de Munir, que acabaron en la cabeza de Herzog, imperial en el área pequeña. La primera fue dentro, con un Guaita dubitativo en su salida. En la segunda, el meta valenciano se quedó en la línea y el remate del central visitante murió en su cuerpo. Dos jugadas que pudieron ser mejor defendidas.

La vía de agua, en la derecha

Aunque sufrían, los célticos buscaban soluciones. Y la principal apareció por la derecha con Carles Pérez. El catalán ofreció desahogo a los propios y amenaza a los ajenos. Así, los locales empezaron a acumular pases en el otro sector para atraer la presión amarillo y después girar la pelota al uno contra uno del canterano culé. Así, junto a Aspas y a Mingueza, el Celta creció por ese sector y encontró el empate del morracense.

El plan Swedberg

Claudio sorprendió al otorgar a Williot Swedberg su primera titularidad liguera en los casi dos años que lleva en Vigo. El plan era aprovechar su capacidad de desmarque  -no dejó de tirarlos- y sus piernas para la presión y la transición.Más allá de un esbozo, la cosa no terminaba de salir. Ni el Celta apretaba alto ni tampoco robaba más atrás para salir. Pero el plan seguía ahí. Y salió. Aspas, que lo entiende todo dentro del terreno de juego, recibió un balón de oro de Mingueza en intermedia. El sueco inició su enésimo desmarque y el moañés se la sirvió con música pra una definición perfecta.

Adaptarse es vencer

Aunque no salió en el primer acto, el técnico porriñés ajustó la zona central tras el descanso para equilibrar con los amarillos. Beltrán, más cómodo, quitaba mucho más y los atacantes corrían. Así mataron Aspas y Douvikas, que marcaron y se asistieron mutuamente.

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