Claudio Giráldez es consciente de que la derrota en Vitoria, más por la forma que por el fondo, ha sido un jarro de agua fría. Lo sabe bien porque su espalda y las de los jugadores han sido las primeras en notar ese frescor. Pero no tuerce el gesto ni la apuesta. Mantiene la fe, la propaga y propugna valentía como remedio.
Lo primero, el propósito de enmienda. “Es un partido que no estuvimos bien, que no nos gustó. Tuvimos conversaciones durante la semana al respecto, hicimos análisis del partido y fuimos autocríticos con nosotros mismos, el primero yo con mi trabajo. La semana ha sido buena en ese sentido. Hemos sido capaces de entender por qué nos pasó, por qué no estuvimos al nivel que requeríamos”, señaló.
El técnico solicita huir de los vaivenes de autoestima. “Hay que ser realistas. Nuestro nivel no es tan bajo como mostramos el otro día ni tan alto como puede parecer por algunos momentos contra Las Palmas. Tenemos que intentar ser más estables, más continuos. Lo dije ya antes del partido contra Alavés. Tenemos que buscar más tiempo de continuidad y en ese camino estamos”, consideró. El porriñés puso en el centro la cuestión mental: “Tiene que ver más con nuestra cabeza y nuestra continuidad que con situaciones del juego o situaciones más tácticas”.
Buena parte de su comparecencia la dedicó a ese factor. También cuendo se le habló de presión por la situación clasificatoria. “Los futbolistas, aunque no lo parezcan, son personas también, tienen sus miedos, inquietudes. Veo a la gente confiando en lo que hacemos, con una ambición en el día a día buena. El equipo va a ser valiente y va a ser capaz de hacer mucho más minutos lo que queremos que pase”, apuntó sobre el duelo de esta tarde.
Esa valentía debe notarse desde el mismo arranque, para evitar concesiones como ante Alavés y Las Palmas. “Es verdad que no hemos arrancado bien esos dos partidos, en uno fuimos capaces de corregirlo y en otro no. Esa entrada al partido es importante para nosotros y tenemos que trabajarla y mejorarla. La hemos trabajado mucho esta semana en el aspecto mental. Ojalá seamos capaces de entrar pero estoy seguro de que no volverá a pasar la misma sensación que contra el Alavés”, afirmó con contundencia el responsable del banquillo vigués.
Insistió Claudio en que lo primero a trabajar en estos momentos es lo mental. “Para mí siempre la cabeza va primero, antes que lo demás. La parte emocional, la parte mental y la concentración tiene que ser el motor que te lleve a lo demás: a lo táctico, a lo técnico, a lo físico. Somos seres humanos y hay días que no acaba de llegar la activación correcta. La mentalidad la trabajamos todas las semanas. Hay algunas que va mejor, que aciertas, y otras que no acabas de encontrar la tecla. Es la crítica que hago yo del último partido. Estoy seguro de que no va a volver a pasar”, aseveró, de nuevo, contundente.
Lo propio
La mirada está fijada en lo propio y no en lo ajeno. “Tenemos que dar nuestra mejor versión cada partido. Somos conscientes de que el último partido no la dimos y tenemos que volver a recuperarla y volver a tenerla el mayor número de minutos posibles para estar cerca de la victoria. No me cabe la menor duda de que, si lo hacemos, este partido lo vamos a ganar”, reiteró.
Claudio habló antes de que el Cádiz perdiese en el Bernabéu. “Ya hay bastantes estímulos que te pueden distraer como para estar pendiente de otros resultados. Tenemos que ganar este partido y las cábalas las haremos después de sumar los puntos y de ver cómo está todo”, razonó. Y dio otra dosis de realismo: “Somos conscientes de dónde estamos, de que vamos cuartos por la cola. La realidad es que tenemos que ganar partidos”.
Una vez sentadas las bases de lo propio, toca valorar lo ajeno, un Villarreal que llega a Vigo en plena forma. “Llegan en una dinámica muy buena tanto de resultados como de juego. Han tenido la estabilidad con Marcelino que no tuvieron a principio de temporada. Pero tenemos claro cómo podemos hacerles daño y cómo contrarrestar las fortalezas que tienen”, analizó. La idea, como tantas otras veces, es tener la posesión para que el juego pase más en campo contrario y lejos de la portería propia: “Es un equipo de mucho talento. Creo que vamos a ser capaces de quitarles la pelota durante muchos momentos y hacerles daño. Habrá que apretarles muy bien para poder llevar el partido a que el balón sea nuestro y que podamos tener más opciones de hacer gol porque estemos más cerca de su portería”.
