El Alba volvió a ser el epicentro de la actividad en Valadares. Numerosos vecinos participaron en la primera procesión de la Romería del Alba con la llegada de Nuestra Señora. “Este año noté un ambiente de paz y tranquilidad, todo transcurrió con normalidad”, apuntó el párroco de Valadares, Ángel Bastos, que acompañó la imagen desde la iglesia a la ermita, donde llegará la semana que viene, el día 24, San Bartolomeu con la romería do “quitamedos”.
En esta ocasión, el párroco hizo un llamamiento “para pensar en los demás en clave de convivencia tanto vecinal como familiar”. A diferencia de la segunda, donde la afluencia de romeros de toda la Ría aumenta según avanza el día y tradicionalmente comen en el monte, ayer el momento más importante fue el propio traslado de la imagen que salió del templo parroquial a las 9 horas. Junto a ella procesionaron numerosos fieles durante algo más de una hora, con celebraciones de misa de campaña por el camino.
Una vez ubicada en su estancia de verano, la Virgen fue sacada en procesión alrededor de la capilla. La acompañó la banda de gaitas Queixume, que interpretaron el himno del Antiguo Reino de Galicia como ofrenda por la Asunción. La fiesta continuó con la actuación de la charanga Vaite Xa que amenizó la jornada.
La primera de las tres romerías es la más “familiar” de Valadares. Las familias suben al Alba y bajan para comer en casa. Loly y Carmen son hermanas y se declaran "muy devotas de la Señora del Alba".
Entre los asistentes también se dieron cita los más jóvenes de la parroquia, que toman el relevo en esta festividad.
San Bartolomeu convocará el jueves de la próxima semana a los marineros de la toda la comarca. Era tradición acudir en romería para pedirle protección, ya que la ermita, antes pintada de blanco, era un referente desde el mar.
La tercera cita en el Alba será ya en septiembre, el día 8, con la bajada de las imágenes.
