Puestos de velas y de rosquillas anunciaron desde hace días la fiesta en la Ronda. Ayer fue el día grande con la procesión de María Auxiliadora, la segunda devoción del mes mariano tras Fátima. Tras la misa solemne, presidida por el obispo de Tui-Vigo, Luis Quinteiro Fiuza, la imagen fue sacada por los fieles.
Sobre un trono de rosas, claveles y gladiolos blancos, desfiló por el itinerario habitual. Una salve de bombas (la última traca del día) anunció el inició del recorrido por una comitiva donde iba compañada por las figuras de san Juan Bosco y santo Domingo Savio, ambas con sede en la iglesia del colegio Salesianos. No faltaron los abanderados, ni los colectivos vinculados a la familia de Don Bosco. En esta ocasión, la Virgen no pasó sobre la habitual alfombra de flores, que con la lluvia de pétalos caracteriza la marcha mariana en pleno mes primaveral.
Consiguió congregar medio millar de fieles, entre los que procesionaron representantes políticos como Ángel Rivas, en representación del gobierno local; la delegada territorial de la Xunta, Marta Fernández Tapias, acompañada por integrantes de su lista electoral como Luisa Sánchez o el periodista Miguel Martín. También se dejó ver la concejala popular Teresa Egerique.
La Iglesia conmemora esta fiesta, que en Vigo cuenta con una gran tradición, conmemora a la Virgen bajo su advocación de María, Auxilio de los Cristianos, una celebración que se remonta a la Revolución Francesa.
Al ser día de fiesta, María Auxiliadora hubo misas, cada hora, a lo largo de todo el día en el santuario: por la mañana, de 8 a 13 horas y, por la tarde, de 17 a 21 horas. Desde el pasado lunes, día 15, la parroquia-santuario organizó una serie de actos en honor a su patrona: el rezo diario del rosario y de la novena, predicada por el sacerdote salesiano y párroco del santuario, Jesús Vivanco. Además, la Adoración Nocturna también organizó una vigilia mariana.
