O Calvario, el centro comercial ‘natural’ para la población del área de Lavadores y zona peatonal que invita al terraceo, tuvo que luchar ayer contra las altas temperaturas para que no eclipsasen las dos actividades con las que se situaba este fin de semana como epicentro cultural de Vigo. No pudo ser, al menos, hasta media tarde. El barrio hizo honor a su nombre, no por el Vía Crucis que antiguamente partía de Os Choróns, sino por la tortura que supuso el calor.
La Festa da Alegría, que organiza la Asociación de Vecinos hasta el 29 de junio, siguió adelante con su programación, aunque con un número reducidísimo de asistentes en su actividad estrella de la tarde: la exhibición de esgrima antigua, a cargo de Sala Viguesa Esgrima Antigua (SVEA). Enfundados en trajes protectores, fueron mostrando una serie de golpes con sus espadas medievales mientras defendían su cuerpo con minúsculos broqueles o escudos.
Por la noche, la alegría que prometían llegó de la mano del ‘crooner’ vigués Tony Lomba y el rock de El Pelotón de los Torpes.
Críticas a la Feira do Libro
La otra cita era la Feira do Libro de Vigo, que por primera vez se estrena en este barrio, donde estará también hasta el jueves. Con solo nueve casetas este año (5 librerías, dos editoriales y dos stands institucionales), este evento, apenas 24 horas después de su apertura, ya despertó las críticas de importantes nombres del mundo del libro: los escritores Ledicia Costas y Diego Giráldez, los editores Francisco Castro y Marcos Calveiro o Manuel Bragado fueron algunas voces que, a través de Twitter, se lamentaban de su ubicación “de espaldas” a la zona peatonal, con escaso espacio para transitar, una circunstancia de la que también se hizo eco el BNG.
Fuera por esta circunstancia o por el excesivo calor -factor aludido por la organización-, lo cierto es que la falta de público obligó ayer a la suspensión de la presentación del libro “Receitas para encher o peito”, de Xoaquín Ameixeiras.
