San Benito es tradicionalmente la primera gran romería del verano y ayer no defraudó. Es más, batió récords congregando a unos 10.000 fieles en la iglesia que lleva el nombre del santo a lo largo de la mañana.
Aunque las fiestas patronales en la Villa Condal de Gondomar ya habían comenzado el pasado sábado y el lunes se rindió homenaje a San Cristóbal, el día grande fue, como no podía ser otro, ayer: San Benito. Desde primera hora de la mañana comenzaron a llegar los fieles a la iglesia, en su mayoría peregrinajes a pie desde municipios próximos como A Guarda, O Rosal, Tomiño, Tui, Porriño, Nigrán, Baiona o Vigo.
La primera de las misas, a las siete de la mañana, ya se ofició con 800 romeros en las inmediaciones del templo, como comentan los asistentes. En cada uno de los oficios fue a más hasta la misa solemne, a mediodía, con la procesión alrededor de la iglesia acompañada por la banda de música del Val Miñor, a la que asistieron un millar de personas.
Por la tarde, los actos religiosos se repitieron con mayor afluencia todavía, quedándose pequeña la gran explanada que rodea la iglesia de San Benito.
Golpes de calor
Además de la gran devoción por la afluencia histórica de fieles, el otro protagonista de la romería de San Benito fue el calor. Algunos de los peregrinos, que llegaron incluso en ayunas al templo gondomareño, sufrieron un bajón de tensión y tuvieron que ser trasladados tanto a centros de salud cercanos como al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. Por esta razón, especialmente teniendo en cuenta que San Benito se celebra en uno de los meses más calurosos del año, los lugareños reclaman que haya una tienda de campaña de Protección Civil en las inmediaciones para evitar este tipo de sustos y atender con mayor urgencia a los fieles que sufren uno de estos episodios
