Comienza la última ‘temporada alta’ de bodas en la calle Lalín

Olegario y Carmen se dieron ayer el “sí quiero” en los viejos juzgados de la calle Lalín.
photo_camera Olegario y Carmen se dieron ayer el “sí quiero” en los viejos juzgados de la calle Lalín.

Con una media de 15 enlaces a la semana, el Registro Civil acoge los meses finales  antes de su traslado al Casco Vello. Las obras de la nueva sala de bodas se licitarán en mayo

Con el trasiego alrededor de los antiguos juzgados de la calle Lalín prácticamente eliminado, son las bodas las que animan el Registro Civil, antes de su traslado al Casco Vello.  Aunque la mudanza va lenta,  las previsiones apuntan a que esta será la  última temporada alta de enlaces en el viejo edificio judicial.  

 

 

A partir de este mes y hasta septiembre, el número de matrimonios se incrementa. El Registro celebra dos días (miércoles y viernes) y ya está a una media semanal de 15 bodas. Si todo va bien,  la próxima temporada alta en 2025 se desarrollará en  el inmueble de la calle Abeleira Menéndez. Se trata de un anexo que se adquirió para complentar el edificio de la calle San Sebastián (anterior Oficina de Notificaciones y Embargos), con la intención inicial de albergar el archivo, conectado ambos inmuebles. Algo que no pudo ser por problemas urbanísticos.

Tras la inspección de los técnicos,  se acordó que el sótano del edificio de Notificaciones se destinará al archivo del Registro Civil. Según confirmaron ayer fuentes de Xustiza, las obras para habilitar archivos rodantes en esta planta baja comenzaron la semana pasada y se prevé que estén finalizadas en un mes. Este cambio impedirá utilizar la entrada por la plaza del Abanico para las bodas, que se trasladarán a Abelaira Menéndez.  El local está pendiente todavía de reforma, pero el proyecto está redactado y se prevé la licitación de las obras en mayo.

Un ‘sí quiero’ tras más de 30 años 

Después de más de 30 años juntos, María del Carmen y Olegario, vecinos de San Andrés de Comesaña, decidieron formalizar su matrimonio. Él, con 64 años, y ella, con 66,  acudían ayer a la calle Lalín,  para dar un ‘sí quiero’ un poco “sorpresa”, reconocían. “No se lo hemos dicho a casi nadie",  aseguraban momentos antes de la boda. Ambos, divorciados, iniciaron una vida juntos sin “necesidad de un papel que ratificara nuestro amor”. Y eso, que en aquel momento, “no estaba del todo bien visto, aunque a nosotros siempre nos dio igual”, decía María del Carmen.  

Con el tiempo, sin embargo, se dieron cuenta de que era importante tener una cobertura legal después de tantos años juntos y eso fue lo que les impulsó a hacer oficial su pareja.  “No teníamos pensado celebrar nada,  hoy comeremos con los nietos y poco más”, explicaba la novia. El más emocionado era Iván, hijo de Olegario y que acudió como testigo.  “Quería traer pétalos o arroz”, comentaba entre risas el padre.  

La pareja, que tiene una hija en común, ha logrado formar una gran familia. Ninguno tuvo dudas al responder “yo consiento” ante la magistrada y al finalizar en enlace, sonrientes y felices, sellaron su compromiso con un beso. 

Te puede interesar