Juan Carlos Aladro es actualmente y desde agosto del 2023, Conselleiro Mayor de Contas de Galicia. Un cargo que tomó tras relevar por razones de edad a José Antonio Redondo. Licenciado en derecho por la Universidad de León y diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago, es fiscal de carrera desde 1988. Fue fiscal jefe provincial de Pontevedra desde noviembre de 2007 hasta 2023. Con anterioridad desempeñó las funciones de fiscal en Vigo y Cambados, y de abogado fiscal en la Audiencia Provincial de Pontevedra. Ofreció ayer una ponencia informativa en el Círculo de Empresarios titulada “Las buenas y malas prácticas de la responsabilidad social corporativa”, donde analizó los diferentes aspectos que debe tener en cuenta una empresa a nivel jurídico para no caer en irregularidades.
Hace un año fue nombrado Conselleiro Mayor del Consello de Contas de Galicia. ¿Cuál han sido sus primeros movimientos al frente de este organismo?
Ya tenía pasos propios, pero mi aparición dentro del Consello inicialmente como nombramiento mayor es dirigir una de las facciones, concretamente dentro de la dirección general en la lucha contra la corrupción. Esto se formó a través de una Ley en 2015 y, a partir de ahí, lo que hago es fundamentalmente la parte de fiscalizaciones, controles, auditorías, y determinadas actividades o determinados bienes que son organizados por la administración. Por ejemplo, la llegada de los fondos de la Unión Europea o de compensación interterritorial. Y luego la actividad del Consello.
¿Se considera la prevención de la corrupción como pilar fundamental?
Sin duda alguna. Es mandato del Parlamento. Consiste fundamentalmente en desarrollar fórmulas de evaluación de riesgo en los que puede incurrir la administración pública a la hora de desarrollar su actividad. No es una función represiva sino más bien de control. Y no es ajena a los criterios de fiscalización. Todo ello debe ir acorde a unos criterios de eficacia y transparencia.
¿Existe una transparencia plena en la administración?
La transparencia nunca es suficiente, la actividad de la administración tiene que gozar del beneficio de conocer todo lo que se mueve: De donde sale el dinero, cómo se mueve, quien lo usa, cómo lo usa…En general tiene que existir un conocimiento por la sociedad y, sobre todo, tener bien claras las formas de utilización de ese dinero y de sus bienes. Yo creo que cada vez se está consiguiendo más estos niveles de transparencia plena. Los que os dedicais a la formación en un momento podéis encontrar un gran número de páginas donde aparecen indicadores que revelan claramente el aumento de esa transparencia. En contratación pública, en contratación de bienes, en presupuestos…cantidades que sin duda alguna antes eran absolutamente desconocidas para la sociedad.
Fue usted fiscal en Vigo y fiscal jefe de Pontevedra hasta hace un año. ¿Cómo valora su paso por la fiscalía?
Lo recuerdo con mucho cariño. Me gustó mucho mi paso por la fiscalía y no voy a dejar de ser fiscal nunca, tengo esa forma de entenderlo. Lo fui también en más sitios, en Cambados dos años, en Tui dos años cuando había secciones territoriales…Y luego vine a Vigo cuando ni siquiera era una fiscalía real. Los inicios fueron maravillosos, aunque hay que comprender que la fiscalía de Vigo ahora tiene una potencia muy diferente a la del 2007. Siempre me gustó lo que hacía, con la creencia que lo que llevaba era lo más ajustado al derecho y he dormido tranquilo durante toda mi vida.
