Los robos en pisos se han convertido, por desgracia, en un clásico del verano. Con la llegada del periodo vacacional regresan a España las bandas itinerantes procedentes del este de Europa y Vigo sigue estando entre sus objetivos.
La primera ola de asaltos se ha cebado con el centro de la ciudad. En los últimos días, al menos cuatro inmuebles situados en el entorno de Urzaiz han sido objeto de asalto, todos con el mismo ‘modus operandi’.
El más reciente se producía en la tarde del pasado viernes en un piso de la avenida de Gran Vía, solo 48 horas después de registrarse otro robo en la calle Brasil, dentro de un perímetro en el que la Policía Científica ha tenido que acudir en repetidas ocasiones a lo largo de la semana, por hechos similares.
Los investigadores sospechan que estos ‘golpes’ son obra de los mismos delincuentes, porque en todos los casos existen coincidencias. Las puertas habían sido reventadas utilizando el método del apalancamiento, que permite la apertura de forma brusca pero rápida mediante el uso de una barra o pata de cabra.
Aunque más ruidosa, esta forma de forzar la entrada a las viviendas es eficaz incluso en puertas blindadas y acorazadas.
Una vez dentro, los asaltantes fueron a ‘tiro fijo’: joyas y efectivo en un ‘palo’ de apenas unos minutos que se centra en buscar posibles cajas fuertes o cajones, eso sí, dejando toda la casa revuelta.
El grupo estaría formado por entre dos y cuatro personas y harían labores de vigilancia, a juzgar por las horas en las que se cometieron los asaltos, uno de ellos por ejemplo, sobre las tres de la tarde, muy poco después de que salieran sus propietarios. Esto reforzaría la idea de roles entre los miembros de la banda, que contarían además con compinches en la calle, tanto para vigilar como para poder huir, pues el estado en el que dejan la puerta (con el marco reventado) es reconocible a simple vista por cualquier vecino. De hecho, parte de los avisos de los robos fueron dados a los moradores por residentes del edificio al observar los daños en el acceso al domicilio.
El ‘modus operandi’ corrobora que los robos pueden llevarse a cabo sin necesidad de que los propietarios se hayan marchado de vacaciones, simplemente basta con que dejen el inmueble durante unas horas.
Los robos se cometieron en una misma zona céntrica pero alejados para evitar la alarma entre residentes de una misma calle.
Dos células desarticuladas en Valencia y Zaragoza
La sospechas policiales sobre la presencia en Vigo de una banda del Este no solo se confirma por el número de robos denunciados en apenas unos días y el ‘modus operandi’ utilizado sino por la alerta existente de la presencia de un grupo georgiano en España.
En esta última semana, la Policía Nacional logró desarticular dos supuestas células que actuaban en Zaragoza y Valencia. En un caso fueron detenidos dos integrantes y en otro cuatro, todos de la misma nacionalidad.
La experiencia de los investigadores sobre la forma de actuar de estas bandas, (en Vigo ya fueron desarticuladas tres en dos años) refleja que una vez llegan a España (con miembros renovados en caso de haber sido identificados con anterioridad) se dispersan por distintos puntos geográficos, donde se asientan, habitualmente en hostales o pisos turísticos, como un grupo de viajeros habitual en estas fechas, y desde ahí se desplazan en vehículo a distintos núcleos urbanos, donde cometen cuantos más robos mejor pero en poco espacio de tiempo. No suelen estar más de cuatro o cinco días en el mismo lugar, lo que dificulta su búsqueda a las fuerzas de Seguridad.
En el primer trimestre del año, Vigo logró reducir el número de robos con fuerza en domicilio en casi un 6% respecto al mismo periodo del año pasado, con un total de 68 delitos cometidos frente a algo más de 70 en 2023.
La Policía sigue la pista de estos delincuentes en comunicación con la Guardia Civil y otras comisarías, donde se reciben los avisos de la posible presencia de estas bandas organizadas, para su posible localización.
