Balonmano

Cecilia Cacheda: "No estuvimos ordenadas en ataque y tengo parte de culpa"

Cecilia Cacheda anotó siete goles en el partido de ida ante el Porriño.
photo_camera Cecilia Cacheda anotó siete goles en el partido de ida ante el Porriño.
La central reconoce que su equipo cometió errores que deben corregir y, tras salir de la cantera de su rival, admite que “prefería jugar contra ellas en una final”

Cecilia Cacheda (Lalín, 29 años) finalizó como máxima goleadora del Guardés en el primer partido de cuartos de final ante el Porriño y en el que obtuvo la victoria el conjunto louriñés (29-30). La central reconoce que su equipo cometió errores que deben corregir y, tras salir de la cantera de su rival, admite que “prefería jugar contra ellas en una final”. Llegó este año al equipo de A Guarda y admite que continuará el próximo curso. No es oficial, pero “ya está todo hablado”.  Tras una etapa en Gijón, en el Baixo Miño reconoce que “el club nos trata muy bien y eso se nota”.

¿Cómo están tras la derrota del domingo?

La verdad, fastidiadas, para qué mentir. Pero también sabemos que tenemos que superarlo porque ahora hay un formato de competición que nos da otra oportunidad. Hay un partido a sesenta minutos y que, de ganarlo, nos da la opción de jugar otro de diez. Estamos mentalizadas y con ganas de resarcirnos de lo del domingo. 

¿Comenzaron ya con los vídeos de los errores y de lo que se puede mejorar?

Sí, sí. El martes ya tuvimos una sesión de vídeo y hoy tendremos otra de corrección de errores. Siempre se piensa en lo que se puede mejorar. Pusimos las cartas sobre la mesa y el entrenamiento de después fue muy bueno. Lo importante es que todo el mundo se encuentre mentalizado y que sepa que se puede conseguir. Perdimos de uno, cometimos errores, pero podía haber sido un empate de haber jugado bien el último balón. Vamos a ir a Porriño y tendremos nuestras opciones. 

¿Qué pudieron hacer mejor?

No estuvimos bien en defensa porque el Porriño nos metió 30 goles y esta temporada muy poca gente nos marcó tantos en A Sangriña. En ataque también perdimos muchos balones. Por momentos estuvimos imprecisas. Podríamos haber estado mejor en ciertos detalles y el objetivo ahora es éste, estar preparadas para cualquier escenario que el rival nos vaya a plantear. 

Están acostumbradas. Pero volverá a ser un partido con mucha presión ambiental, como todos los derbis. 

La verdad es que es lo bueno de los viernes. No sé cómo responderá el público un domingo a las 14:00 horas, que es la única duda, pero tendremos apoyo desde A Guarda. Al salir el pasado domingo del pabellón, ya había mucha gente que nos decía que estaba preparada para ir a O Porriño. Espero que, en ese sentido, también pueda haber equilibrio. Confiamos mucho en nuestra afición. 

¿Cómo se vio en la pista?

Siempre ves lo malo antes que lo que salió bien. Sí que había cosas que podíamos mejorar y me fui del partido con esa sensación porque tengo claro que mi rol no es solo individual, es colectivo. Tengo que buscar lo que le puede venir bien al equipo y, a partir de ahí, ordenarlo en el ataque. Creo que no estuvimos finas en eso y parte de la culpa es mía porque es mi función. Por este motivo, el marcar bastantes goles queda relegado. 

¿Nota que el Porriño y otras defensas la vigilan mucho para parar su circulación?

El Porriño, por suerte o por desgracia, lo conozco mucho. Sé cómo trabaja Isma Martínez (entrenador) y sé que ellas tenían claro que mucha parte del juego pasaba por mí. En otros partidos pudimos hacerle daño de otra forma, pero en este partido estuve más fina en el lanzamiento, pero un día destaca una u otra. En esta ocasión, ellas se adaptaron a lo que iba pasando en el partido y pudieron ganarlo. 

Son dos equipos muy igualados y al existir tan poca diferencia es más necesario evitar errores porque se penalizan más. 

Sí, sí, es eso. Todo la liga es igualada, salvo en dos o tres partidos, pero todos son así y se deciden por muy poco. Y el domingo pagamos el no estar finas en algunos momentos. Empezamos algo dubitativas y, si no comienzas bien, cualquier rival de desestabiliza y puede pasar por encima. No lo hicieron, pero si que nos hicieron estar incómodas y crearon dudas. 

Estamos en ‘play-off’, ¿se nota más la trascendencia de cada partido?

Sí que se nota. Creo que nota un poco la gente que tiene más tablas, más experiencia. Es un partido muy importante, probablemente el que tiene más relevancia en la temporada porque te juegas el resultado final de liga. En este sentido, creo que tenemos algo menos de experiencia en la primera línea, las jugadaras de esta zona, que son las que más intervienen, son las que tienen menos experiencia a la hora de jugar estos partidos, y nos pasó algo de factura. El Porriño sí que tiene en esta zona a jugadoras más acostumbradas a jugar este tipo de partidos como Paulina Buforn, que está yendo con su selección, y también las argentinas Mica (Casasola) y Caro (Bono), que están más acostumbradas a jugar en este tipo de formatos. En nuestro equipo igual no estamos tan acostumbradas, pero sí que lo tratamos de suplir con otras. En experiencia podemos estar algo por debajo, pero creo que en ganas deberíamos superlarlas.  

Cuando quedó claro que los cuartos de final eran contra el Porriño, ¿sintió alegría?

Para mí fue más tristeza. Prefiero no jugar contra ellas porque es un equipo al que le tengo mucho cariño. Quiero llegar yo lo más lejos posible y que ellas también puedan llegar lo más lejos posible. Me encantaría haberme cruzado con ellas en una final. Pero las cosas son así, disfruto cada vez que jugamos contra ellas porque me gusta enfrentarme a equipos que entrena Isma Martínez y el ambiente en los derbis es diferente. Pero, de elegir, me gustaría otra situación. 

Para usted siempre es emotivo jugar contra el Porriño. 

Fueron muchos años los que estuve allí, me encantaría que nos hubiéramos enfrentando más adelante en las eliminatorias, pero llegó así. Eso sí, una vez entras a la pista, es igual que sea el Porriño u otro equipo el rival. Es el formato que hay, se dio así, y hay que aguantarse. Los años sí que te permiten aprender que, una vez en el partido, todo se transforma y hay que centrarse en el partido. Esto es lo que te puede llevar al éxito. Si estás dándole vueltas al rival, a lo que hay antes o después, eso sólo te lleva a lastrarte. En lo que hay que pensar es que hay que jugar y punto. 

¿Se encuentra bien en A Guarda?

La verdad es que sí. El pueblo es una pasada y la gente es la leche. El balonmano aquí se vive de una forma que no se vive en ningún otro lado y esto te hace sentir especial. Como jugadora de balonmano, es dar un paso más en la profesionalidad. El club nos trata de maravilla y esto te hace estar más cómoda y mejor. 

No es vuelta a casa, pero casi, casi.

Sí, sí, el estar cerca de casa me ayuda mucho. El domingo, por ejemplo, tras el partido pude irme a Lalín con mi familia y con los amigos, y esto te permite despejar de otra manera. Es algo que antes no podía hacer y tenía esa ‘morriña’, que te puede perjudicar a nivel personal. No sé cuando se anunciará, pero ya está todo hablado para seguir en el Guardés. Estoy a gusto y sigo.

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