La miniserie de los hermanos Sánchez Cabezudo asume la responsabilidad de narrar la cara oculta del 11M, un thriller que se degusta con ritmo endemoniado y buenas actuaciones
La ficción española tiene una deuda con la historia y la sociedad de su país. Pocas veces o casi ninguna ha abordado de lleno sus grandes acontecimientos. España tiene que aprender de los yankis a hablar sin miedo de su pasado y de sus catástrofes sin que le tiemble el pulso. Del atentado del 11 de septiembre se han hecho cantidad de películas y muy rápido en el tiempo. De lo ocurrido el 11 de marzo en Madrid no hay ni rastro, más allá de un par de documentales recientes.
Los ataques del 11 de marzo en Madrid han generado una de las heridas más potentes en España. Veinte años después, la serie ‘Nos vemos en otra vida’ (Disney), basada en el libro de Manuel Jabois, sobre la trama asturiana de los atentados, asume la responsabilidad de ser la primera.
‘Nos vemos en otra vida’ narra el lado oculto el de la banda liderada por el descerebrado minero jubilado Emilio Trashorras, condenado a más de 34.000 años de cárcel, que proporcionó kilos y kilos de dinamita a los terroristas islámicos que hicieron explotar los vagones por los aires. Es especialmente interesante y atractiva porque lo cuenta desde la perspectiva de un peón, del primer condenado por el 11M, Gabriel Montoya Vidal. Conocido como ‘Baby’, entonces era un joven de 15 años de Avilés de vida desestructurada, con la mala fortuna de caer en el sitio equivocado.
Con la explosión de las plataformas, las series españolas ya no se achican y cada vez surgen más fascinantes, necesarias, y se degustan tan bien como esta. Rara es la producción que ahora no alcance el nivel de cine, pasando así en poco tiempo de hacer ‘Los Serrano’ a ‘La casa de papel’. Los hermanos Sánchez Cabezudo arriesgan y apuesta por cine nada facilón, creando un thriller de seis capítulos de 30-40 minutos con fabulosas actuaciones y de ritmo endemoniado.
Hay gente que todavía cree equivocadamente que la culpa fue de ETA o de Rubalcaba. A la ficción la necesitamos no solo para contar lo que pasó, sino para entender la historia, nuestra historia.
Puntuación: 4/5
