Una Liga sin Aspas

Con su ausencia en las últimas cuatro jornadas debido a la rotura fibrilar en el sóleo izquierdo sufrida en el duelo copero en Santander, Iago Aspas ha faltado a una convocatoria liguera exactamente en 38 jornadas en las 11 temporadas -diez más la actual en curso- que ha vestido de celeste en Primera División. Una Liga entera a lo largo de casi 13 años que sirve para constatar una realidad que estas semanas vuelve a estar de actualidad: lo duro que es jugar sin el moañés. Porque el balance de resultados en esos encuentros es bastante desolador: 25 derrotas, 8 empates y 5 victorias. Es decir, que sin el actual capitán el bloque celeste ha perdido casi dos de cada tres partidos (65,7%) y apenas ha ganado el 13%.

Llevado a puntos, todavía queda más retratada la dependencia. Porque en esa Liga sin Aspas, el Celta apenas ha sumado 23 puntos. Es decir, números no de descenso, sino de su peor descenso desde que la Primera División tiene el actual formato.

No es nada nuevo la Aspas dependencia. Que, curiosamente, tiene efecto incluso cuando el moañés no juega pero sí está en el banquillo, circuntancia muy poco habitual pero que tiene precedentes. En concreto, ha sucedido en siete ocasiones -3 en la 16/17 y 1 en las 18/19, 20/21, 23/24 y 24/25-, en las que se mejora ampliamente el balance global de cuando no está ni convocado: 4 victorias y 3 derrotas. Como si la mera amenaza de su posible salida desde la suplencia influyese en los rivales. La útima muestra, el reciente triunfo ante la Real Sociedad que precedió a su lesión.

Porque todo lo antedicho se consagra con la actual mala racha celeste. Tras lesionarse el capitán en Santander el pasado 5 de enero, el Celta ha disputado cinco partidos, saldados con cuatro derrotas -en Copa en el Bernabéu y en Liga contra Rayo Vallecano, Athletic y Valencia- y el empate en Mendizorrotza ante el Alavés.

Sigue al margen del grupo un mes después

El parte médico de ayer, en la primera sesión de trabajo de la semana, no trajo la buena noticia de que Iago Aspas se haya reintegrado al entrenamiento grupal. “Entrenamiento individual” y “fisioterapia”, reza el documento cuando hoy se cumple exactamente un mes de su lesión, la rotura fibrilar en el sóleo izquierdo en Santander en Copa. Claudio Giráldez ya dudó el pasado sábado sobre si el moañés llegaría al duelo de este sábado ante el Betis. Aún es posible.