Meses de trabajo y años de preparación están detrás de Vigo Gospel Choir, el proyecto personal de Rebeca Rods que mañana, a las 21 horas, tendrá su puesta de largo en la basílica Concatedral. En Navidad hizo un preestreno en el pazo provincial de Pontevedra, pero ahora es la primera vez que actuará en su ciudad, acompañado por el pianista Sergio Gramary. “Es un sueño hecho realidad, tener mi propio coro de gospel en Vigo, fue posible con mucho esfuerzo y con actividades como los talleres de gospel vela y su antecedente Gospel Red Vox, que se disolvió antes de la pandemia ”.
La directora viguesa simultanea el coro de Vigo tres en la capital: Madrid Gospel, The Rock Choir y The Vocal Train, más centrado en un repertorio de soul. “Con esta actuación iniciamos la temporada de verano, donde ya tenemos reservadas cinco fechas, además habrá un taller en Madrid con todos los integrantes de los coros para que se conozcan e interactúen, algo que siempre enriquece”, apuntó Rods.
Hace menos de un año que se materializó esta agrupación y su directora lo tiene claro: “Lo importante es aprender disfrutando del canto, conocer su propia voz y conectar con los demás, sentir esa catarsis que supone cantar en un coro”. La recomendación que Rods le dará a sus chicos es que “conecten siempre con el mensaje que quieren transmitir, ser consciente de lo que se va a comunicar”. A nivel técnico, es importante que la voz esté siempre cuidada, que estén pendiente del ritmo, la coordinación, la expresión corporal, pero sobre todo, que muestren respeto por lo que significa el gospel, la verdadera expresión de la voz.
Vigo Gospel Choir, que ensaya en el barrio de Navia (Mundo Sonoro), escogió para su puesto de largo suelo sagrado, a donde se vincula este género, la Concatedral, “la acústica en las iglesias siempre es buena”.
