El nombre de Vigo está relacionado con arte urbano desde que en 2015 comenzó el programa municipal “Vigo, cidade de cor”, que este ano alcanzarán las 185 medianeras artísticas en el espacio público. Sin embargo, la decoración creativa de muros y paredes exteriores cuenta con pioneros desde el siglo pasado.
Como curiosidad, todas estas obras tienen en común estar realizadas sobre teselas. El ejemplo más antiguo está en Porta do Sol con Policarpo Sanz. Se trata de un cartel publicitario de Pedro Domecq, colocado en 1926, junto al Hotel Moderno, solicitado por César Gallizo con el parabién del arquitecto Jenaro de la Fuente. En 1961 se colocó un grabado sobre el cristal, realizado por Unión Cristalera. En 2009 se restauró el conjunto, dándole el aspecto actual.
El artista Antón Goyanes (Lugo, 1935) recibe en 1970 el encargo del Ministerio del Trabajo un mural gigante para la antigua sede de Cooperación de Armadores. Con unas medidas de 9 metros por 4,60, la técnica utilizada es pintado sobre azulejo y el estilo, la figuración geométrica, el que caracterizaba la producción del autor en aquella época. Goyanes también firma para la Autoridad Portuaria las cuatro columnas cromáticas en el acceso al puerto de O Berbés y otro mural más expresionista, en la pared de lonja de altura.
En el Museo do Mar se encuentra la representación doblemente histórica: la interpretación de un diseño del vigués Francisco de Sales que realizó Isaac Díaz Pardo con motivo de la celebración de la World Finshing en Vigo, en 2003. Son 40 metros cuadrados (18x3), realizado en gres de Burela en el taller de Sargadelos. Durante la exposición de pesca se instaló en el Ifevi, de donde se desmontó al finalizar el evento. Cuatro años después se recuperó y colocó en el acceso al Museo do Mar.
Y por último, la fachada del Centro de Inserción Carmen Avendaño, en la Avenida de Madrid, muestra restos de otra obra de muralismo en azulejos, firmada por G. Velasco en 1975, pendiente de restauración.
Lugrís, autor del gran formato interior
En cuanto a muralistas consagrados de interior, Urbano Lugrís firmó las creaciones más destacadas del siglo XX en Vigo, localizados en el Hotel El Moderno, de Pacewizc. Fueron retirados en 1977 y repartidos. En 2017 fue restaurado “Misterios del mar”, que en la actualidad puede verse en el Museo de Castrelos. Se sitúa en las escaleras del Pazo Quiñones de León, junto al “Mapa de Galicia” y “San Telmo” que pintó en el dicho hotel.En este establecimiento hotelero, hoy residencial, había otros dos ( “Vista de Vigo” y “Romaría”) que pasaron a formar parte de la colección de Afundación, cuya sede oficial está en su Centro Social en Vigo.
En la librería decana de la ciudad, Librouro, se conserva una tabla mural pinta para en el lugar por el artista coruñés, que fue un gran amigo del patriarca de los Patiño. En el Real Club Náutico de Vigo se conserva un tríptico en madera, adquirido en los años 40.
Finalmente, en la colección municipal de Castrelos se custodian dos obras de caballete, “Fiestra” y una de las más destacadas del artista, “A habitación do vello mariñeiro”, que realizó durante su estancia en esta ciudad, donde falleció en 1973 y donde está enterrado.
