La presa de Eiras no da más de sí tras un invierno muy lluvioso y una primavera en que también se han sucedido las precipitaciones importantes. El embalse que abastece el área metropolitana se encontraba ayer desaguando millones de litros, con los aliviaderos funcionando a pleno rendimiento, vertiendo agua hacia el río Oitavén, que forma parte de la cuenca del Verdugo, que a su vez desemboca en la Ría de Vigo. Lo que en el pasado ha provocado serios problemas al disminuir la salinidad, afectando a los moluscos cultivados por las mariscadoras de los ayuntamientos de Arcade, Vilaboa y Redondela.
En todo caso, se trata de una operación que gestiona el departamento Augas de Galicia de forma automática, ante el exceso de agua embalsada, lo que garantiza, por un lado, el abastecimiento de cara al verano incluso con sequía a partir de mayo y por otro, evita problemas de riadas si la primavera se mantiene en un nivel tan elevado de lluvias. Aunque a tenor por las previsiones a corto y medio plazo no parece probable. Según coinciden las agencias meteorológicas, a partir de hoy la ciudad se sumirá de lleno en un verano adelantado, con temperaturas elevadas de cara al fin de semana, por lo que podría darse otra máxima (la más alta de momento es 27 grados).
A finales de semana Vigo volverá a tener temperaturas veraniegas, llegando a alcanzar mañana viernes a los 27 grados. Está previsto, según MeteoGalicia, que este ascenso se produzca hoy mismo, con un pronóstico de 25 o 26 grados, poco usuales en esta época del año. Las mínimas también subirán, pasando de tener seis grados hasta los 13, más comunes de estos meses de primavera, apuntando ya hacia verano.
