Los principales protagonistas de esta antigua celebración que gira en torno a las calabazas y que se conserva en Porriño son los niños.
Todos los años, desde hace doce, los llamados 'Veciños dalá abaixo' organizan 'llueva, truene o caigan chuzos de punta', A Noite do Calacú, festejo cuyo objetivo es pasarlo bien conservando viejas tradiciones.
Este particular 'Samaín o Halloween', que en los barrios de San Benito y San Sebastián de Porriño se conoce como la 'noche del calacú' (calabazas), se organiza para el disfrute de niños y niñas, pero quienes mejor se lo pasan son los mayores, especialmente los padres y los abuelos.
A pesar del tiempo desapacible, la tarde del sábado se organizó (bajo carpa), el tradicional 'taller de calacús' en el que los más pequeños disfrutaron de lo lindo decorando 'calabazas' para convertirlas en unos 'calacús fantasmagóricos', que iluminados en la noche 'dan un buen susto' a quienes se los encuentren de frente en los cruces de caminos (que era como se celebraba antiguamente esta fiesta en Porriño hasta su modernización y puesta al día).
Tampoco faltaron las castañas asadas ni la elección de la Dama y el Caballero del Calacú que completan la fiesta.
