El ministro agitprop y tuitero Óscar Puente acaba de colocar las relaciones con Argentina en su peor momento gracias a un gratuito insulto impropio de un miembro del Gobierno a un jefe de Estado de un país amigo, con el que España mantiene unas relaciones especiales que igual habría que recordar. A la boutade/señuelo respondió Buenos Aires con un comunicado igual de duro que abre de forma innecesaria una crisis diplomática. Para Galicia y más para Vigo supone un desastre: por ejemplo, el puerto vigués mantuvo el año pasado un intercambio comercial de 100.000 toneladas, la mayoría pescado de importación que se destina a las fábricas de transformación viguesas. No quiero ni imaginar qué pasaría si las relaciones se fueran al garete. Este pasado sábado, coincidió que Alfonso Rueda estaba en Argentina, precisamente en misión con pesqueras del otro lado del Atlántico, y trató de achicar agua.
Lo realmente peligroso es que Oscar Puente no es un francotirador, sino un fiel soldado de infantería de Mr PS, que le hizo debutar en el Congreso con una impresentable respuesta a Feijóo que marcó el nivel del muro que cada día se alza más alto. A Mr PS no le fue bien con su gira internacional para reconocer el Estado Palestino, sin duda una cuestión de justicia, pero nunca una imposición unilateral, como comprenden la mayoría de países del mundo. Luego, quizá a consecuencia de su fiasco se inventó su baja de cinco días y por fin su discurso del fango, los medios y los jueces. Y ahora, Argentina para continuar distrayendo sobre otros asuntos de mayor calado. Y así seguirán…
Un consejo: si Puente se aburre o le parece poco emocionante ser ministro de Transportes, siempre tiene la posibilidad de afrontar el reto de traer la alta velocidad a Vigo, por ejemplo, en lugar de poner en marcha dentro de unos días el que será el AVE más lento del mundo.
