Ese deseo, insatisfecho en demasiadas ocasiones, de encadenar dos victorias se repite hoy cuando el Celta visita al Alavés en Mendizorrotza. Porque a falta de seis jornadas, cada victoria multiplica su valor y supondría, al menos, mantener un colchón de seis puntos sobre el descenso a falta de 15 por jugarse. Además de evitar que el conjunto vitoriano escape ya de forma definitiva de la quema. Porque en esta pelea por evitar el descenso, paradójicamente, cuantos más rivales, mejor.
El contundente triunfo ante Las Palmas ha devuelto al máximo esa ilusión generada en el entorno celeste desde la llegada al banquillo de Claudio Giráldez. Siete puntos sumados de 12 posibles es un aval más que espléndido viviendo en la pobreza clasificatoria. Además, demostrando ante los canarios que el equipo puede adaptarse a varios tipos de partidos y recuperando para la causa cada vez más futbolistas. Médica y futbolísticamente hablando.
El número de piezas se multiplica -Mihailo Ristic vuelve a una convocatoria siete jornadas después- y obliga a tomar decisiones. Kevin Vázquez y Carlos Dotor se quedaron ayer fuera de los 23 elegidos, al igual que los lesionados Joseph Aidoo y Renato Tapia y el sancionado Jorgen Strand Larsen. El de esta tarde será el primer encuentro liguero de la temporada sin el delantero noruego en el once inicial celeste, lo que ya supone un cambio trascendente.
Claudio Giráldez, técnico celeste, guarda celosamente los retoques que seguro realizará en el equipo. La tendencia cierta del Alavés de centrar mucho sobre el área rival puede propiciar el retorno de Carl Starfelt para multiplicar la capacidad en el juego aéreo. Con Carlos Domínguez y Óscar Mingueza, aunque este último pudiendo intercambiar puesto entre carrilero y central con Javier Manquillo. Mientras en la izquierda reina Hugo Álvarez.
En el centro del campo, Beltrán ha sido inamovible hasta ahora y su último compañero fue Jailson Marques. Y arriba, Iago Aspas dirige las operaciones, Anastasios Douvikas apunta a aprovechar el hueco dejado por Larsen y Jonathan Bamba pugna con la increíble efectividad de Williot Swedberg.
Enfrente, el Alavés viene de recuperar positivismo tras ganar al Atlético, pero Luis García Plaza deberá suplir a sus dos centrales habituales -Rafa Marín y Abdel Abqar-. Tenaglia y Duarte se adaptan al centro.
Más de 1.000 celtistas y 100 años de Mendizorrotza
El factor ambiental reclama protagonismo. Por el lado céltico, porque se esperan a unos 1.200 celtistas hoy en Mendizorrotza, en el desplazamiento más numeroso del celtismo en la presente temporada. Y por el lado vitoriano, porque el club vasco celebra el centenario de su estadio y quiere hacerlo con fiesta previa, durante y posterior.
Los celtistas desplazados han quedado en acudir juntos al estadio en comitiva. La afición local hará un recibimiento al equipo a su llegada a Mendizorrotza. Una vez dentro, el ambiente puede jugar su papel en el marcador.
