La Sociedad Española de Urgencias y Emergencias (SEMES) está desarrollando diez indicadores que permitirán medir y acreditar si estos servicios están trabajando con una perspectiva de género. Estos indicadores, que se presentaron en el Congreso Nacional celebrado en Vigo, formarán parte de un manual de acreditación pionero a nivel mundial. Esta es una de las líneas de trabajo que impulsa el grupo de trabajo de mujeres que nació en 2018 dentro de SEMES y que lideran Iria Miguéns y Carmen Camacho.
El grupo analizó también el mapa del liderazgo en términos de género y la desproporción es clara. A pesar de que el 80% de los profesionales son mujeres, en las gerencias son un 20 o un 25% de los cargos y entre los jefes de servicio un 30 o un 35% son mujeres. Consideran que el principal problema es la conciliación, el cuidado de hijos para las que son madres y de otros familiares para las que no lo son. “Tenemos menos tiempo y a muchas les pasan los años de hacer currículum o de optar a ese tipo de puestos. Se está perdiendo talento”, señala la gallega Iria Miguéns. A esto se suman una mayor autoexigencia por parte de las propias mujeres, el síndrome de la impostora ("lo hago bien porque tuve suerte"), entre otras cuestiones que son un reflejo de la sociedad. Considera que la situación es conocida y que ahora es el momento de actuar con medidas concretas.
En la mesa de debate se vio también que falta la perspectiva de género en salud: no se conocen los efectos secundarios de fármacos en mujeres porque solo se prueban en hombres, los dolores de infarto se clasifican a veces como “atípicos” porque son distintos a los de los hombres, los uniformes de emergencias no están pensados para mujeres y no les protegen adecuadamente y así un sinfín de ejemplos. “Son sesgos inconscientes, necesitamos abrir los ojos”.
Este grupo de trabajo celebró también una jornada con el “talento femenino” con altos cargos de la sanidad, entre los que estaba la viguesa Elena Mantilla, que es la directora general de Inspección y Ordenación Sanitaria de Madrid. En su departamento, formado por cerca de 400 profesionales, el 91% de los altos cargos son mujeres.
Mantilla explicó en este foro las medidas de conciliación que aplicó la Dirección General desde la bolsa de horas al teletrabajo varios días a la semana, la reducción de jornada, la flexibilidad horaria y muchas otras, y que se tradujeron en un mayor rendimiento y la reducción del absentismo. “Dimos un salto cualitativo porque las personas trabajan más felices”. La directora general recordó, por otro lado, que la Consejería de Sanidad apoya la petición de SEMES de crear una especialidad de Urgencias.
