Más de 3.500 médicos, profesionales de enfermería y técnicos se reúnen desde ayer en el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias (SEMES), que convierte a Vigo durante tres días en el epicentro europeo del sector y es también el mayor encuentro científico de la historia de la ciudad. Con 26 hoteles llenos y un beneficio estimado para el área de entre 8 y 10 millones de euros, el Congreso ocupa 28 salas repartidas entre el Auditorio Mar de Vigo, la UNED y el Instituto Marítimo Pesquero.
Llegan con muchas ganas de formarse y debatir, con clases de primeros auxilios para escolares, un rescate en la playa y un gran espectáculo como el simulacro de catástrofe marítima que se celebra esta tarde, pero llegan sobre todo con un clamor unánime para lograr que se apruebe la especialidad de Urgencias y Emergencias. Es el guante que recogió ayer el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda en la inauguración del Congreso, porque permitiría solucionar “el déficit de profesionales en Atención Primaria” y recordó que ya lo había solicitado el Parlamento de Galicia en 2020 y que se lo volverá a recordar a Pedro Sánchez. Por su parte, el alcalde también defendió la especialidad y valoró el trabajo de estos profesionales “siempre y en pandemia”, además de agradecer la elección de Vigo como sede.
El presidente de la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias, Tato Vázquez, reclama al Gobierno que "cumpla las promesas" y salde las "cuentas pendientes" con este colectivo. Reconoció que están en contacto con la directora de Ordenación Profesional, Celia Gómez, pero que la ministra de Sanidad, Carolina Darias, no contesta a sus cartas ni les recibe.
José Manuel Fandiño, presidente de SEMES Galicia, añadió que la especialidad es parte de la solución para Atención Primaria porque “la mayoría de residentes que quiere hacer urgencias y emergencias elige la especialidad de Medicina Familiar y al final se quedan a trabajar con nosotros". Vázquez se refirió a un informe de hace dos meses del Ministerio de Sanidad sobre necesidades del sistema sanitario hasta el año 2035, que apunta un déficit de 9.000 médicos en España y señaló que en 2030 el 55 % de los médicos de emergencias tendrán más de 55 años. Al margen de esto, explicaron que según una encuesta el 15% de los estudiantes de Medicina querrían hacer la especialidad de urgencias y emergencias si existiese, y precisamente en el congreso un 15% de los participantes son residentes de distintas especialidades.
Entre los ejes del congreso destaca la gestión de catástrofes, la presentación en primicia del documento sobre las recomendaciones éticas en la Resurrección Cardiopulmonar, los resultados finales del estudio SIESTA, liderado por seis investigadores españoles de SEMES que analizaron 63.822 pacientes con manifestaciones inusuales del covid, o la campaña para identificar los casos ocultos de VIH en Urgencias.
Pautas para el final de la vida y casos controvertidos
La Sociedad Española de Urgencias y Emergencias tiene 33 grupos de trabajo muy activos. Uno de ellos es el grupo de Bioética coordinado por Rodolfo Romero que elaboró unas consideraciones éticas para actuar al final de la vida y que tiene en cuenta la reciente ley de la eutanasia. “Urgencias no es el lugar ideal donde la gente debe pasar sus últimas horas, pero a veces acaban aquí por fracaso del sistema, por angustia de la familia o por lo que sea. Queríamos recoger en un documento la forma correcta de actuar teniendo en cuenta la voluntad del paciente y de su familia, la situación clínica y con el máximo respecto por el control de los síntomas”. Rodolfo Romero impulsó además un original foro en el congreso denominado “face to face”, con diez situaciones que generan controversia en la práctica clínica porque no hay una evidencia clara sobre la mejor solución. En cada uno habrá dos ponentes que defenderán posturas enfrentadas. Los asistentes votarán por la mejor opción antes del debate con la idea preoconcebida que tengan y al final tras escuchar los argumentos contrastados. “A veces no hay ganador, son dos formas de hacer en función de lo que tengas”.
1.250 alumnos de ESO aprenden la resucitación
1.250 alumnos de la ESO participaron ayer en la Estación Marítima en un curso de técnicas de primeros auxilios en el que aprendieron a reconocer situaciones de parada cardíaca y el protocolo a seguir desde la llamada al 112 hasta la desobstrucción de vía aérea y la Reanimación Cardiopulmonar. El objetivo es que ayuden a salvar vidas y no se queden bloqueados ante una emergencia, explicó Carlos Alonso Blas, presidente del Consejo Español de RCP SUMMA-112.
Los profesionales reclaman la inclusión de esta formación en soporte vital básico en Educación Primaria y Secundaria para frenar la mortalidad en los accidentes cardiovasculares.
