Solo el 22% de los pacientes son atendidos por profesionales fuera del hogar, mientras que el resto son cuidadores familiares o que lo combinan con ayuda externa
La encuesta estructural a los hogares gallegos realizada por el Instituto Galego de Estadística (IGE) muestra que el año pasado había 11.321 personas con dependencia en el área de Vigo, casi un 20% menos que en la de 2017. Son datos que se obtienen de la percepción de las propias personas encuestadas tras responder a un cuestionario sobre actividades de la vida diaria y los apoyos que necesitan por razones de discapacidad, vejez o enfermedad.
Sin embargo, tanto la Xunta como los colectivos de pacientes aseguran que el volumen de personas dependientes va en aumento. Desde la Consellería de Política Social añaden además que la lista de espera para lograr estas ayudas mejoró y que hay cada vez más personas atendidas.
Vigo tiene tantos dependientes como toda la provincia de Ourense, ambas con una población que ronda los 300.000 habitantes, y es además la segunda ciudad gallega con más personas en esta situación por detrás de A Coruña, que tiene 16.427. En toda Galicia son 111.929 dependientes.
Otro dato llamativo es el perfil de los cuidadores que muestra la encuesta. Solo el 22% de los dependientes son atendidos por personas de fuera del hogar, mientras que en el resto intervienen en mayor o menor medida los familiares. En el 40% de los casos se ocupan exclusivamente los familiares y un 37% combinan la ayuda familiar y de profesionales externos.
Piden más centros de día
Comparado con lo que sucedía en 2017, hubo un pequeño avance en las familias que echan mano de la ayuda externa. Pero este avance seguramente tiene una explicación que no es la deseada. Los colectivos que atienden a estos pacientes, como la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer, aseguran que las familias son cada vez más pequeñas y tienen más dificultades para compaginar su trabajo con las tareas de apoyo y cuidado. Por eso crece la demanda de recursos de proximidad y de centros de día para atender a personas dependientes.
Junto a esto, actualmente hay más personas mayores que viven solas y que no conocen o no tienen acceso a los recursos que existen. “Es necesario intentar llegar a esas personas, para que tengan la información y para ayudarles con la burocracia que tienen que hacer para llegar a los recursos”, explica Juan Carlos Rodríguez, presidente de esta asociación.
“Consideramos que demencia es igual a dependencia”
Familiares de personas con un diagnóstico de demencia expresaron su preocupación por el hecho de que no les reconozcan el derecho a las ayudas de dependencia.
“Los equipos de valoración les están dando en mucha ocasiones el grado cero, es sorprendente. Llevamos años diciendo que demencia es igual a dependencia. No tiene sentido dejarlos fuera. Priman más los aspectos funcionales que los relacionados con el deterioro cognitivo”, explican. Esta circunstancia les deja fuera de las ayudas oficiales y piden que se solucione.
Otra de las reivindicaciones de las familias es agilizar la respuesta porque a veces “la ayuda llega cuando es demasiado tarde” y reforzar el apoyo que ofrecen las asociaciones para realizar estos trámites.
En cuanto a los cuidadores, la encuesta del Instituto Gallego de Estadística muestra que el 65% son mujeres y el 35% hombres.
Sin embargo, la situación está cambiando, con una reducción paulatina del porcentaje de mujeres que asumen esta tarea. Hace 15 años, el 72% de los cuidadores eran mujeres. Además, más de la mitad de los cuidadores están en la franja de edad que va de los 45 a los 64 años.
Las causas de la dependencia que muestra la encuesta a los hogares del año pasado sitúan en primer lugar a la edad (63,60%), la enfermedad (62,54% de los casos), se originó en el nacimiento (11,16%) y por sufrir un accidente (6,34%).
