Exposición

Nueva exposición en el Marco: vidas alternativas para imágenes y palabras

Laía Argüelles, con las 200 copias de la foto antigua que sacó a pasear de una mujer que paseaba, “La flâneuse”.
photo_camera Laía Argüelles, con las 200 copias de la foto antigua que sacó a pasear de una mujer que paseaba, “La flâneuse”.

“Todavía siempre” es la nueva exposición del Marco donde fotografías antiguas o viejos pañuelos son la materia prima

“Todavía siempre” de Laía Argüelles (Zaragoza, 1986) es una exposición que se espera para un centro de arte contemporáneo como el Marco. Comisariada por Laura González Palacios y María Seoane, ayer se inauguró en el museo vigués con un discurso muy contemporáneo y creativo, donde la importancia no radica tanto en piezas vistosas, sino en los procesos y en la filosofía que justifica la obra.

Fotografías antiguas, cartas rescatadas de mercadillos o viejos pañuelos de tela pierden su significado histórico y funcionan simplemente como material para desarrollar piezas teniendo en cuenta su apariencia.  Desde 2014 realiza un recorrido por la trayectoria de la autora, a quien la hoja de sala define como “artista visual, escritora, nadadora devocional y espigadora de mercadillo”.

González Palacios explica que Argüelles, “se interesa en el potencial de las imágenes y el lenguaje como forma de relación con el mundo, aborda nociones como la materialidad, la colección y la repetición”. La comisaria indica que la exposición “profundiza en el uso de la imaginación como herramienta para crear conocimiento y enriquecer nuestra capacidad de concebir lo real”.

La obra que da nombre a la muestra, “Todavía siempre”, de 2021, es una serie de siete dípticos, donde combina una imagen con un texto, ambos rescatados de tiendas de segunda mano. Reinterpreta los mensajes escritos con las postales y les asigna una fotografía alrededor de la idea de abandono y muerte, inspirada en la laguna Estigia y en una carta de una emigrante alemana a su jefe, disculpándose por no poder devolverle un préstamo ante el fallecimiento de un familiar. Juega con el espectador, escondiendo mensajes y reiteraciones. Su título corresponde a dos palabras de un telegrama, incluido en uno de los dípticos, que cambian de significado al carecer de punto que los separe: “Estaré en Madrid próxima semana todavía siempre abrazos”

“La flâneuse” es un libro de artista: una caja encuadernada a mano con 200 fotocopias en blanco y negro de la misma fotografía y su reverso. La imagen, el retrato de una mujer de los años 20 caminando sola por la calle, cautivó a Argüelles. Sin interesarse por su identidad, sí trabajó en torno a su disposición como paseante. Con ella en la cartera recorrió Madrid y Zaragoza hasta toparse con alguna copista, donde le hacía una fotocopia por ambos lados, dejando en cada lugar la situasen en el papel en blanco dónde les pareciese. Así durante un año y en 200 establecimientos diferentes.

Además del libro, concebido como “el archivo de toda esa circulación”. De esta obra surge la instalación, adaptándose al espacio de la galería, coloca en sucesión, una tras otras, las 200 fotocopias, donde las imagenes van variando de lugar en el folio.

“210” son 24 diapositivas realizadas a lo largo de un año en el interior del estudio 210, durante su residencia en la Casa de Velázquez. Son visiones interiores y exteriores desde este domicilio. Se presenta en dos formatos: la proyección en bucle y como libro de artista, con un visor analógico, que ofrece una mirada sin visión periférica, al tener que cerrar un ojo. Aunque en el Marco se muestra en una vitrina, la obra está pensada para ser manipulada.

“Standing woman”, dieciocho fotografías en blanco y negro, similares en tamaño, retratos de mujeres anónimas en pie, sirve de transición con el segundo espacio. De nuevo, instantáneas descontextualizadas, son valoradas no por lo que cuenten, sino por el dónde se pueden cuadrar. En la pieza más antigua, “Cómo vivir”, iniciada en 2014, que continúa abierta; en “Una página”, donde su  padre le escribió el mensaje en inglés que la artista soñó que le dedicaba en un libro o en “Dar, recibir o devolver”, el elemento estrella es la palabra, no por su significado, sino por su valor comunicativo. Pero también crea espacios, al asignar supuestos interiores a casas fotografiadas en “Maison de weekend imaginaire”.

“En esta exposición retorno a la posibilidad de volver, ante lo que perdura invito a preguntar por la supervivencia de lo que nos rodea”, concluye Lía Argüelles.

“Todavía siempre” permanecerá en sala hasta el 10 de noviembre.

Te puede interesar