“De nuevo me siento en la desnuda vergüenza del bosque y su menudísima umbría. Tengo a Patti Smith como testigo, de una fuerza que empuja la garganta y su música”. Estos versos forman parte de “Palabras de pleamar”, el último poemario de Juan Seoane, responsable de la librería Versus y poeta.
Se suma a este proyecto con Fernando Ferro, que firma las ilustraciones que acompañan a cada composición y quien describe la obra como “un libro para los convencidos de que existe la poesía”.
En palabras de su compañero de publicación, “Juan Seoane ha escrito un libro a lo largo de su vida, pese a tener publicada una docena larga de volúmenes”. Aprecie así una continuidad en su trayectoria literaria. Este es “un libro afortunadamente inacabado que dice de los insondables misterios del mar, del desgarro social, la soledad y la mentira; de la certeza de la lluvia; de la sorpresa del amor y la seguridad de la ruina; de la delicada caligrafía de las nubes y de la alegría de la amistad verdadera”.
Ferro afirma que sus poemas “están escritos con palabras verdaderas que interpelan al singular entendimiento del lector, al humano sujeto a las palabras”. Destaca la sinceridad de su lírica, pues dice, “carece de la ambigüedad controlada del charlatán de feria que ofrece mucho y no da nada”.
No es la primera colaboración entre el autor, natural de Os Peares y afincado en Vigo, y el ilustrador. Hace tres años sacaron un producto exclusivo, para coleccionistas: Álbumes de con seis sobres que cada uno de ellos contiene un poema de Seoane y un grabado de Ferro Payelo inspirado en esos versos.
En este último trabajo, con su escrita Seoane vuelve a hacer un guiño a José Ángel Valente, escritor también ourensano, al que admite saber casi de memoria. “Siempre estuvo en mí, al igual que otros poetas como San Juan de la Cruz”, afirmó en la entrevista concedida este medio con motivo de la publicación de “Mirada escrita” (2020), con la misma editorial, Adeshoras, donde una vez más, Ferro fue su cómplice editorial. A “Palabras de pleamar” se puede aplicar el mismo razonamiento que hizo en su momento, concibiendo la buena literatura como una actividad platónica, “este género no está de moda”, aseguró.
