Banda á Feira, el festival de cómic surgido en O Calvario, anunció su tercera edición. Del 31 de mayo al 2 de junio por sus casetas pasarán autores como Javier Rey, Josep Pons, Pau o la viguesa Alicia Jaraba, firma habitual en la poderosa industria franco-belga. En dos años consiguió convertirse en referente del género en Vigo y reflejar el interés que despierta entre el público.
De hecho, a la puesta ya tradicional de las editoriales Retranca y Demo, se unieron las dos grandes firmas, Galaxia y Xerais, en la apuesta por la “banda deseñada”. “Desde la pandemia subió mucho el interés por el cómic sobre todo entre el público joven”, apuntaron fuentes de Edicións Xerais que cuentan con una colección especial para público juvenil, Merlín Cómic y organiza un premio anual. Cada temporada salen ediciones para público adulto como “Suicidantes”, de Ameixeiras y Tomás Guerrero, con una gran acogida.
Fernando Llor, autor vigués y presidente de la Asociación Profesional de Guionistas del Cómic, apunta que esta situación no es la habitual. “En Galicia hay un ecosistema un poco extraño, existe un nicho de mercado, donde los lectores compran todo lo que sale en gallego, de hecho hay tiradas de mil ejemplares que se agotan y compiten con tiradas similares a nivel estatal”. Sin embargo, en el mercado español, pese a batir récords de novedades durante dos años consecutivos, 2022 y 2023, en que se superaron los 4.600 títulos, las primeras ediciones españolas no llegaron al 9%, frente a muchas publicaciones manga y europeas. “Esta obliga a la fuga de talento a países con una industria fuerte, la estadounidense y la franco-belga”. Según el Libro Blanco del Cómic, editado en enero, el 64% de los autores cobran por debajo del salario mínimo profesional y más del 40% están en riesgo de exclusión social. Por ello, piden “que se pinche la burbuja”. Hay una sobreproducción y las novedades están menos tiempo. “Eso nos perjudica porque cobramos por porcentaje y si no se mueve la obra, no cobramos y no podemos distribuirla nosotros porque tenemos cesión de derecho de cinco o seis años”, indica Llor.
Un guionista comparte con un autor de novela esa exposición ante la superproducción (cada año salen 40.000 nuevos títulos de literatura) y la relación laboral con la editorial, trabajando a base de proyectos, pero los procesos de creativos son muy diferentes. “Reclamamos un apoyo institucional específico, por plazos, cuantías y otros requisitos no encajamos en las subvenciones que ofertan para la industria del libro”.
Esta situación de precariedad laboral no deja de sorprender ante la atracción que genera el mundo del cómic, no solo como consumidores, sino también como creadores. Kame es, junto a Gottan, la única academia de ilustración especializada en el género en Vigo. Lleva abierta 14 años, ahora en Abeleira Menéndez, y siempre llena las aulas. Iago Araujo dirige el centro con María Vilar: “Tenemos alumnos que vienen simplemente por ocio y otros, a los que tutorizamos para continuar sus estudios o para asesorarles en cómo elaborar un porporfolio”.
Las mujeres aumentan como autoras y consumidoras
Con el aumento de la demanda del cómic en los últimos años, también hubo un cambio en el perfil tanto del consumidor como de las firmas. Así, Iago Araújo, de la academia Kame, detectó un aumento de la presencia femenina en sus clases en los distintos rangos de edad. Si antes no representaban ni un tercio, ahora son el 60% del alumnado. También comienza a ser un número importante de las guionistas que publican en un campo tradicionalmente muy masculinizado. Por estética, el manga sigue siendo el preferido del público tanto para leer como para reproducir. Araújo lo justifica por la gran diversidad de géneros que toca y su calidad.
La demanda de este producto generó la aparición de tiendas especializadas. En Vigo hay cuatro consideradas templos del cómic: Banda Deseñada, gestionada por Mela en O Calvario (rúa Portela); Mundo Manga, en López de Neira con Perú; Norma Cómics, en Ronda de Don Bosco y Sousa Cómics, en Castrelos.
