El hombre ya había sido condenado a 20 años de cárcel en 2010 por un delito de agresión sexual
La Audiencia Provincia de Pontevedra ha impuesto una pena de cuatro años de cárcel para un agresor sexual reincidente que esperó a una menor para agredirle en un portal de Vigo agarrándole el culo y besándola.
La sección quinta de la audiencia pontevedresa, con sede en Vigo, ha emitido una sentencia condenatoria, contra la que cabe recurso, contra un hombre que ya había sido condenado a 20 años de cárcel en 2010 por un delito de agresión sexual cometido sobre menores de edad.
En este caso, los hechos tuvieron lugar en la tarde del 11 de enero de 2024. El tribunal considera probado que el procesado esperó en el portal de un inmueble a la llegada de una menor, entró al edificio detrás de ella y cuando ésta llamaba al ascensor le dijo que le hiciese una felación.
"Ante la negativa de la menor, con el propósito de satisfacer sus deseos sexuales, la agarró por las nalgas y la besó, metiéndole la lengua en la boca", indican los magistrados en la sentencia, en la que aprecian que la declaración de la víctima es lo suficientemente consistente como para desvirtuar el principio de presunción de inocencia.
Además de la pena de prisión, que se ve agravada por ser reincidente, el tribunal también impone una inhabilitación por un período de cuatro años para el ejercicio de derechos de la patria potestad, tutela, curetal, guarda o acogida, así como la prohibición para desempeñar cualquier profesión o actividad relacionada con menores durante siete años años.
Asimismo, también lo sentencia a tres años de libertad vigilada, que se ejecutarán con posterioridad a la pena privativa de libertad.
La sección quinta de la audiencia pontevedresa, con sede en Vigo, ha emitido una sentencia condenatoria, contra la que cabe recurso, contra un hombre que ya había sido condenado a 20 años de cárcel en 2010 por un delito de agresión sexual cometido sobre menores de edad.
En este caso, los hechos tuvieron lugar en la tarde del 11 de enero de 2024. El tribunal considera probado que el procesado esperó en el portal de un inmueble a la llegada de una menor, entró al edificio detrás de ella y cuando ésta llamaba al ascensor le dijo que le hiciese una felación.
"Ante la negativa de la menor, con el propósito de satisfacer sus deseos sexuales, la agarró por las nalgas y la besó, metiéndole la lengua en la boca", indican los magistrados en la sentencia, en la que aprecian que la declaración de la víctima es lo suficientemente consistente como para desvirtuar el principio de presunción de inocencia.
Además de la pena de prisión, que se ve agravada por ser reincidente, el tribunal también impone una inhabilitación por un período de cuatro años para el ejercicio de derechos de la patria potestad, tutela, curetal, guarda o acogida, así como la prohibición para desempeñar cualquier profesión o actividad relacionada con menores durante siete años años.
Asimismo, también lo sentencia a tres años de libertad vigilada, que se ejecutarán con posterioridad a la pena privativa de libertad.
