Tribunales

Un pedófilo de Vigo, al ser ‘pillado’ de nuevo: “Fue un impulso”

El testimonio de la menor fue reproducido en la sala de vistas de la sección quinta de la Audiencia.
photo_camera El testimonio de la menor fue reproducido en la sala de vistas de la sección quinta de la Audiencia.
El hombre, que ya fue condenado por abusos a 5 menores, cambió su versión al sentarse ayer en el banquillo por arrinconar a otra adolescente en un portal: “Iba a robarle el móvil”

Había cumplido recientemente una condena impuesta en 2010 por abusos a cinco menores cuando volvió a ser ‘pillado’ por la Policía. Fue en enero de este año, a escasos metros del portal donde presuntamente acababa de arrinconar a una adolescente en el portal de su casa  para someterla a diversos tocamientos antes de huir al abrirse el ascensor. 

Fue un policía de servicio, vecino del inmueble, quien poco después de los hechos,  y tras toparse en el edificio con la menor y su tío, quien localizó al individuo que acababa de recoger a su hijo del colegio, gracias a las características aportadas por la joven. Allí mismo, el acusado, todavía con el niño en brazos, reconoció ante el agente que “fue un impulso” que lo hizo “sin querer”. 

Ayer,  se sentó en el banquillo de la sección quinta de la Audiencia para responder por un presunto delito de agresión sexual a una menor de 16 años, enfrentándose a una pena de seis años de cárcel.  Durante su declaración, cambió el testimonio y si bien reconoció que entró en el portal con la adolescente, afirmó que la tocó con la intención de robarle el móvil, pero que le pidió disculpas.

No obstante, los testimonios del agente y los tíos de la menor, con los que convive, y de la propia adolescente fueron, a juicio de la Fiscalía “rotundos”.   Todos coincidieron en señalar cómo la niña estaba “histérica, muy nerviosa”, “apenas entendía lo que decía, subió llorando”.  Según su versión, llegaba de clase cuando se topó con el acusado, que ya lo había visto en anteriores ocasiones por la parte común del edificio y “pensé que era un vecino”. Entró con ella en el portal y se puso detrás para hacerle, a continuación, una proposición de carácter sexual. Relató cómo entonces la arrinconó, manoseó y besó hasta que llegó el ascensor y al abrirse salió huyendo. 

Además de describir al presunto autor de los hechos y su ropa (que coincidía con la que ayer llevaba puesta), la menor lo identificó sin género de dudas tras ser interceptado por su vecino policía.

“No fue tratado en la cárcel para su reinserción"

La Fiscalía mantuvo que el acusado no actuó por “impulso” sino que fue un acto premeditado, ya que la menor lo había visto por la zona varios días antes. “La estaba vigilando y lo hizo porque quiso". Aludió a su condena anterior por hechos similares  con menores para añadir la reincidencia, mientras la acusación particular se adhirió a las conclusiones fiscales, en las que se incluyó una indemnización económica  porque  la víctima “necesitará tratamiento psicológico para el futuro”.  

Por su parte, la defensa pidió la libre absolución y subsidiriamente que se tenga en cuenta  una posible alteración psíquica  al alegar “que sufrió un impulso irrefenable. No fue premeditado, él iba por allí a buscar a su hijo al colegio junto al edificio".  Hizo referencia la abogada además a que “no se le sometió a tratamiento adecuado para su reinserción por parte de Instituciones Penitenciarias" por lo que indicó en que en este caso hubo “una reinserción defectuosa”.  A su entender, este tipo de actos se deben a “una anomalía psíquica o a la falta de reinserción” por lo que solicitó una pena proporcionada.

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