El servicio de ambulancias para Vigo, Moaña y Cangas no resulta rentable para el propietario de la concesión. Así lo aseguró el propio Carlos Simón, entrevistado por el medio catalán Crónica Global, donde aseguró que el contrato firmado con la Xunta “genera pérdidas” y que por ese motivo renunció a su operativa. Ambulancias do Atlántico resultó adjudicataria de los contratos para efectuar el transporte sanitario (urgente y programado) en las zonas de Vigo, Cangas, y Moaña, y dichos contratos están ahora en situación de prórroga. De hecho, desde la administración se ha apuntado que está en trámite la licitación de un nuevo contrato ante la renuncia de Simón, que actualmente se encuentra en Cataluña, fuera de la comunidad, e intervendrá el servicio para garantizar su continuidad.
"No eran rentables, generaban pérdidas, máxime ahora hay que incorporar las mejoras del nuevo convenio", detalló, que aseguró que la infradotacción ofrecida por la Xunta de las licitaciones impide que los contratos salgan adelante: “No hay empresa en España que opere este servicio, uno de ellos estaba valorado en 3,5 millones y solo operarlo ya valía 3,6 millones”.
Asimismo, cargó contra los propios trabajadores de la empresa, recalcando que el absentismo laboral se mantenía en un 38% de la plantilla y “con muchos meses que gente no venía a trabajar”. Las palabras de Simón empatan de alguna forma con las advertencias de los sindicatos, que piden a la administración pública que tome el toro por los cuernos y asuma este servicio como público en vez de seguir privatizando este "servicio esencial para la población", tal y como lo definen desde el 061. En San Caetano no barajan de ninguna manera cambiar el modelo.
Todo ello tras llegar a un límite, donde la empresa acumuló un total de medio millón de euros en deudas. Solo en combustible Ambulancias del Atlántico debe 120.000 euros a Repsol, mientras el resto se reparte en intereses de créditos bancarios, renting de las ambulancias, el alquiler de las naves industriales de Mos y Sárdoma y los locales de Cangas y Moaña, además de las empresas de lavado industrial de uniformes y equipos de trabajo.
