Un análisis de sangre predice el párkinson antes de aparecer

La enfermedad de Parkinson afecta a 1 de cada 100 personas mayores de 60 años.
photo_camera La enfermedad de Parkinson afecta a 1 de cada 100 personas mayores de 60 años.
El test puede llegar a detectar la enfermedad hasta siete años antes de la presencia de algún síntoma

Investigadores del University College de Londres (Reino Unido) y el Centro Médico Universitario de Gotinga (Alemania) desarrollaron un análisis de sangre que utiliza la inteligencia artificial para pronosticar el párkinson hasta siete años antes de la aparición de los síntomas. Los resultados se publican en Nature Communications.

Esta patología es el trastorno neurodegenerativo de más rápido crecimiento y actualmente afecta a casi 10 millones de personas en el mundo. Produce una discapacidad progresiva, una reducción significativa de la calidad de vida y una elevada carga económica debido a los cuidados que necesita.  Aunque se caracteriza por lentitud de movimientos, rigidez y temblor en reposo, hay un periodo anterior de sintomatología no motora que incluye trastornos del sueño, lo que supone un importante predictor de su desarrollo.

La enfermedad está causada por la muerte de células nerviosas en la parte del cerebro denominada sustancia negra, que controla el movimiento. Estas células nerviosas mueren o se deterioran, perdiendo la capacidad de producir una importante sustancia química llamada dopamina, debido a la acumulación de una proteína, la alfa-sinucleína.

En la actualidad, las personas afectadas son tratadas con terapia sustitutiva de la dopamina cuando ya desarrollaron síntomas motores y problemas de memoria. Pero los especialistas creen que la predicción y el diagnóstico precoces serían útiles para encontrar tratamientos que pudieran ralentizar o detener el párkinson.

Sin terapias efectivas

“Hasta la fecha, no se dispone de ninguna terapia que pueda contener la enfermedad o prevenir su aparición”, explica Michael Bartl, investigador de la institución alemana. “Por lo tanto, existe una necesidad urgente y creciente de validar biomarcadores que ayuden a diagnosticarla lo antes posible”.

Otro de los autores, el profesor de investigación del University College Kevin Mills, señala: “A medida que se dispone de nuevas terapias para tratar el párkinson, necesitamos diagnosticar a los pacientes antes de que desarrollen los síntomas. No podemos regenerar nuestras células cerebrales y, por tanto, hay que proteger las que tenemos”.

La investigación descubrió que cuando una rama de la inteligencia artificial (IA) –llamada aprendizaje automático– analizaba un panel de ocho biomarcadores sanguíneos cuyas concentraciones están alteradas en pacientes con párkinson, podía proporcionar un diagnóstico con una precisión del 100 %. “Esto significa que podrían administrarse terapias farmacológicas en una fase más temprana, lo que posiblemente ralentizaría la progresión de la enfermedad o incluso evitaría que se produjera”.

“No solo hemos desarrollado una prueba, sino que podemos diagnosticar la enfermedad basándonos en marcadores que están directamente relacionados con procesos como la inflamación y la degradación de proteínas no funcionales. Estos representan posibles dianas para nuevos tratamientos farmacológicos”, puntualizó.

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