Diana González: “El fletán que se pescaba en NAFO era insostenible, ahora está estabilizado”

La científica Diana González Troncoso, en el set de Atlántico TV.
photo_camera La científica Diana González Troncoso, en el set de Atlántico TV.
La científica viguesa señala que las 15.000 toneladas de la cuota actual son “el rendimiento óptimo de este stock”

Diana González Troncoso es investigadora en el centro de Vigo del Instituto Español de Oceanografía (IEO) y fue elegida este año presidenta del consejo científico de la Organización de Pesquerías del Atlántico Norte (NAFO) que gestiona el caladero frente a las costas de Terranova, con una importancia histórica para la pesca de Vigo.

 

 

¿Cuál es la labor de este consejo?

Hacemos las evaluaciones de las especies de interés para las flotas que faenan en NAFO, para dar un consejo a la comisión de NAFO, que serían como los políticos, los que deciden la cuota de cada especie.

¿Cómo se llevan a cabo estas evaluaciones?

NAFO ahora mismo tiene 13 partes contratantes desde que Reino Unido se separó de la Unión Europea, antes eran 12. Todos ellos tienen que dar datos sobre capturas y en general también sobre datos biológicos de tallas o lo que dispongan al consejo científico. En base a esos datos y a observadores científicos que están a bordo de esos barcos, aunque no todos los países los tienen, nos dan información muy valiosa y además Canadá y Europa hacen campañas oceanográficas en la zona de regulación de NAFO, fuera de las 200 millas de Canadá, que nos dan muchas veces la base para las evaluaciones. Son datos totalmente independientes de la pesca, se llevan recogiendo durante muchísimos años, con lo cual podemos ver la evolución real de las especies. Se hacen tres campañas desde Canadá y tres desde la Unión Europea desde junio hasta agosto todos los años a bordo del "Vizconde de Eza".

¿Hay mucho trabajo de coordinación entre los países implicados?

Sí, a veces es muy complicado conseguir que todas las partes contratantes den todos los datos a tiempo para el consejo científico en junio, pero generalmente se consigue.

Son aguas peligrosas. ¿Es complicado realizar campañas científicas en ellas?

Sí, de hecho por eso las campañas se hacen en verano. Aún así el tiempo es bastante impredecible, sobre todo hacia finales de agosto, que es cuando empieza la temporada de huracanes y a veces es complicado. En general las aguas están calmas, eso sí, siempre hay mucha niebla.

¿Está sobre la mesa aplicar cuotas plurianuales como hizo Europa para varias especies?

Es algo que está sobre la mesa. Realmente nuestras evaluaciones pueden ya ser anuales, bianuales o trianuales. Eso depende de la especie, de lo variable que sea y de la situación en la que esté.

En la última reunión de NAFO la cuota de bacalao se duplicó. ¿Por qué se tomó esta decisión?

Se debió sobre todo a los reclutamientos. En los últimos años había habido pocos, pero hace tres o cuatro años hubo un pico pequeño que ahora se incorporó a la pesca, eso hizo que la biomasa total del stock aumentara y eso permitió aumentar las capturas este año. Pero no se puede prever realmente qué va a pasar el año que viene.

La cuota de fletán está en mínimos. ¿Qué ha llevado a que la situación sea tan distinta a lo que se pescaba hace dos décadas?

Hace dos décadas el esfuerzo pesquero era demasiado alto para esa especie y de hecho hizo que bajara muchísimo su biomasa. Realmente ahora lo que hemos conseguido es estabilizarla en torno a las 15.000 toneladas y creo que es el rendimiento óptimo de este stock. Las campañas no nos dicen que vaya a más ni que vaya a menos, está estable, con lo que creo que es una buena cantidad de toneladas lo que se pesca ahora y lo que había antes era insostenible. Con los datos que tenemos ahora esta es realmente la mejor cantidad de fletán que se puede pescar para el bien del stock.

Los buques de NAFO son arrastreros. ¿Es sostenible esta arte de pesca?

Yo creo que sí, pero depende de muchos factores. Hay muchas pesquerías que son mixtas, con lo que es muy difícil pescar una especie sin pescar la otra. Esto pasa por ejemplo en la pesquería de la limanda, que tiene asociada mucha pesca de platija. La limanda ahora mismo está abierta pero la platija está cerrada. Con lo cual, si estás pescando mucha limanda estás pescando también platija. Creo que lo que tenemos que hacer es buscar artes más selectivos para cada especie para así poder pescar unas especies y recuperar otras que lo necesitan.

En NAFO también hay varias zonas cerradas a la pesca de fondo por sus ecosistemas marinos vulnerables. ¿Por qué se toman estas decisiones?

NAFO empezó en 2008 a tener en consideración los ecosistemas marinos vulnerables y las primeras áreas cerradas en 2010. Estas áreas cerradas están basadas en datos de campañas y lo que hacen es ver donde hay más presencia de ecosistemas marinos vulnerables como corales o esponjas, que son ecosistemas que permiten muchas veces un reclutamiento mucho mayor, porque son áreas refugio de los juveniles. Estas áreas son muy importantes porque contribuyen a absorber el CO2 del agua, a limpiar el caladero. Es muy importante proteger estas especies para la pesca. Lo que se hizo fue buscar sitios donde había masas críticas de este tipo de especies y protegerlas al arrastre.

El cierre de 87 zonas de la Unión Europea causó mucha controversia. ¿Cómo fue la implementación de esta medida similar en NAFO?

Alguna reticencia hubo, pero cuando se cerraron estas áreas a la pesquería, NAFO ya llevaba varios años trabajando en ello, hizo un estudio científico exhaustivo de qué áreas podían ser cerradas y cuáles no, y de hecho se intentó cerrar lo máximo posible áreas que no afectaran a la pesca y creo que hubo consenso de que el estudio científico estaba muy bien basado en datos independientes de la pesca, de campañas científicas, y no había duda de que había que cerrar esas zonas de NAFO. Además son cierres temporales y hay una reevaluación cada cinco años para ver si realmente esas áreas siguen siendo vulnerables o si hubiera algún cambio que permitiera abrirlas a la pesca o lo contrario, hacer necesario ampliarlas para que estos ecosistemas se sigan regenerando y viviendo.

Como científica marina. ¿Cómo está viviendo el vertido de pélets que está llegando a Galicia?

Me preocupa como a todos, pero también creo que hay muy poca información científica a nivel general. Yo aún no se si esos pélets son malos o no. La contaminación no es mi área, pero creo que debería haber algún informe científico disponible para todo el mundo que nos dijera exactamente qué consecuencias podría tener esto. Todo el mundo sabe cuáles puede tener un vertido de gasóleo por ejemplo, entonces saber si esto es peligroso o no. Pero preocupada estoy como toda la gente que vive al lado del mar.

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