La guerra comercial de China y Europa se extiende al cerdo

Varios ejemplares de cerdo en el interior de una granja.
photo_camera Varios ejemplares de cerdo en el interior de una granja.

El gigante asiático anuncia una investigación “antidumping” a las importaciones de porcino de la UE

El Ministerio de Comercio de la República Popular China, a instancias de la Asociación de Ganadería de China, anunció la apertura de una investigación “antidumping” respecto de las importaciones de carne de cerdo y subproductos porcinos relevantes con origen en la Unión Europea. En un comunicado, el ministerio chino confirmó el inicio de su investigación, después de evaluar las pruebas aportadas por el solicitante. La investigación de Pekín “normalmente debería finalizar antes del 17 de junio de 2025”, aunque podrá ampliarse 6 meses en circunstancias especiales.

En concreto, las autoridades chinas indicaron que el período de investigación por “dumping” abarca del 1 de enero de 2023 al 31 de diciembre de 2023, mientras que el período de investigación de daño a la industria corresponde al intervalo comprendido entre el 1 de enero de 2020 al 31 de diciembre de 2023.

En este sentido, el Ministerio de Comercio de China indicó que el ámbito de investigación comprende las “importaciones de carne de cerdo y subproductos de cerdo relevantes originarias de la UE”.

De este modo, aplica a productos elaborados del sacrificio de cerdos, incluida la carne de cerdo fresca, refrigerada o congelada; despojos de cerdo comestibles frescos, refrigerados o congelados; grasa de cerdo fresca, refrigerada, congelada, seca, ahumada, salada o encurtida y grasa de cerdo sin carne magra que no fuese fundida ni extraída por otros métodos; tripas, vejigas y estómagos de cerdo, frescos, refrigerados, congelados, secos, ahumados, salados o encurtidos, enteros o en trozos.

Comisión Europea

Por su parte, la Comisión Europea afirmó ayer que sigue con mucha atención la investigación sobre el sector del porcino europeo que anunció China y dejó claro que intervendrá si el proceso no cumple con las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

“Seguiremos con atención el proceso, en cooperación con los Estados miembro y con la industria europea, e intervendremos si es necesario” para garantizar que respetan los límites de la OMC, indicó en una rueda de prensa en Bruselas el portavoz comunitario de Comercio, Olof Gill, quien subrayó que la Unión Europea actuó siempre dentro del marco multilateral de comercio.

Bruselas anunció la pasada semana que impondrá a partir del próximo 4 de julio aranceles de hasta el 38,1% al automóvil de batería eléctrica importado desde China al considerar que el sector disfruta de una desventaja desleal por los subsidios de Pekín. El Ejecutivo comunitario ofreció a las autoridades chinas buscar una solución dialogada a la disputa antes de que entren en vigor los aranceles. A este respecto, Gill defendió que las investigaciones de los servicios comunitarios “se basan en hechos” y, en el caso del coche eléctrico, las pesquisas permitieron reunir “suficientes pruebas” para actuar y el proceso, dijo el portavoz, permitió a las empresas chinas y al país participar en el proceso. “Intervendremos si es necesario para garantizar que se aplican todas las reglas”, reiteró el portavoz.

Planas: “Espero que haya margen para el entendimiento”

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, criticó ayer la posición de China tras abrir una invesgación contra el sector de carne de cerdo que afecta, especialmente, a España, el principal exportador de este producto al gigante asiático dentro de la Unión Europea, asegurando que todavía queda por delante “margen para el entendimiento”.

“La competencia comercial es de la Unión Europea, pero nuestro deber es solventar este problema”, aseguró Planas, añadiendo que, durante los últimos años, se redujo la facturación en los intercambios comerciales entre los productores españoles y el gigante asiático.

España exportó el pasado año más de 560.000 toneladas de porcino a China por valor de más de 1.200 millones de euros, esto son uno de cada cinco kilogramos de carne de cerdo que exporta el país. Casi el 21% de las importaciones de cerdo totales de China proceden de España. “Las guerras comerciales no son buenas con nadie y en el sector agroalimentario hay que evitarlas”, comentó el ministro mientras quitaba hierro a la apertura de la investigación china alegando que “todavía no son medidas punitivas”.

Por su parte, desde el sector se mantienen a la espera, “siempre tengo una esperanza, y la esperanza es que China es un país muy grande, China necesita mucha alimentación, y yo espero que las consecuencias las paguen otros, pero no el sector agroalimentario”, manifestó Pedro Barato, presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja).

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