El Coruxo, sin nada en juego, cedió un empate en el último partido del curso frente a una Gimnástica Segoviana que logró la permanencia en una jornada final de infarto
Como todo, llegar a la última jornada de Liga sin nada en juego puede verse como botella medio llena o medio vacía. También para el Coruxo. Teniendo en cuenta que el equipo verde llegó a ser colista y estuvo muchas semanas en la batalla por no bajar, es un éxito. Sabiendo que coqueteó con el play-off, sabe a poco. Sea como sea, el cuadro vigués compitió con su objetivo cumplido ante una Gimnástica de Torrelavega pendiente de lograr el suyo. Lo consiguió gracias a un empate y otros resultados.
Teóricamente, quien tiene cosas pendientes en una jornada final suele superar al que nada se juega. Suele ser así. Pero a veces, la tortilla se da la vuelta. El Coruxo, completamente relajado, maniató a los cántabros en la primera mitad. Así, Davo anotó su décimo tanto del curso para adelantar a los pupilos de un David de Dios que dio oportunidad a menos habituales como Chekotun, Tomaselli o Vander, además de seguir con Guido y Marchante de centrales.
En la segunda parte, los visitantes apretaron y empataron por medio de Delgado. Pese a todo, nunca terminó de someter al Coruxo y se vio beneficiado por otros resultados para sellar su permanencia en la ceremonia de clausura.
